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"Sperm Wars" (1996), de Robin Baker |
En la entrega anterior, hemos hablado de la existencia de diversos tipos de espermatozoides, entre los cuales están los inquietantes espermatozoides asesinos.
Su misión es buscar y destruir los espermatozoides que otro varón pudiera haber inseminado en la mujer, de modo que sólo sobrevivan los suyos y así evitar la fecundación del otro hombre y facilitar la propia.
Por tanto, la necesidad de espermatozoides asesinos sólo se debe a la posible promiscuidad o infidelidad de la hembra. Vamos a explicar cómo actúan.
-A nosotros nos gusta hacer el amor, no la guerra. |
Cómo cazan los espermatozoides asesinos
En la pag 75 de “Batallas en la Cama”, el Mr. Baker nos describe cómo los espermatozoides asesinos transportan un “cóctel de fluidos letal” en la cápsula de su cabeza, a modo de arma química.“Durante una hora, más o menos, los asesinos de ambos hombres nadan más rápido de lo normal, en busca del mayor número de espermatozoides rivales.”Cuando encuentran a otro espermatozoide, lo primero que hacen es tocarlo con la cabeza para comparar los productos químicos superficiales de ambos. Así detectan si el otro es un compañero o un rival.
En caso de encontrar un espermatozoide asesino o cazador de óvulos de otro macho:
“[…] intenta pinchar con el extremo mortal de su cabeza la parte vulnerable de la cabeza de su oponente, aplicándole veneno corrosivo en cada pinchazo. Una vez que lo ha pinchado varias veces, continúa su camino y deja moribundo al otro espermatozoide.”Cada espermatozoide asesino es capaz de matar a muchos espermatozoides rivales, pero finalmente se queda sin reservas de “munición” (los productos químicos letales), y sin energía para fabricar más.
“En un intento desesperado de matar a un espermatozoide más, intenta clavar su cabeza en la de un rival para aplicarle las ultimas gotas de sus fluidos letales. A medida que la guerra progresa, aumenta gradualmente el número de estas parejas de espermatozoides muertos y moribundos, unidos por la cabeza en un abrazo mortal”.
Estoy seguro de que os habéis quedado tan sorprendid@s como yo al leer esta inesperada descripción, tan lejana de la imagen pintoresca que teníamos de la carrera por el óvulo.
Pero el libro “Batallas en la cama” encierra muchas más sorpresas, que desvelaremos en las próximas entregas.
Ahora entiendo perfectamente el título del libro: “Batallas en la cama”, aunque supongo que también pueden producirse en los asientos traseros del coche, sobre la encimera de la cocina o en un descampado.
Guerra de espermatozoides sin cuartel
-Aquí espermatozoides asesinos a base Pene, esto está muy oscuro, creemos que el punto de inserción fue erróneo. |
Y lo más curioso de todo, cuando detectan a un enemigo, se matan a cabezazos, aunque en realidad, no producen heridas por politraumatismo, sino producto de las armas químicas que inyectan al oponente.
Al igual que en un ejército actual, tus objetivos son: los que pueden impedir tu objetivo de fecundación (los cazadores de óvulos rivales), y los que los protegen y además atacan a tus cazadores de óvulos (sus asesinos).
Claro, ahora resulta que la culpa es nuestra, por nuestra falta de fidelidad y de nuestra promiscuidad... no será más bien que como vosotros sois ligeros de cascos y que tenéis como lema "en tiempo de guerra, cualquier agujero es trinchera", por lo que habéis tenido que hacer espermatozoides especializados tipo "termineitor"? hay que liquidar a la competencia.
Desde luego a mi me queda la curiosidad de ver dichas batallas en una pantalla grande, ríete del principio de Gladiador, estas batallas tienen que ser impresionantes. Sigo pensando que después de leer ésto, me quedan ganas de a la hora de haber mantenido relaciones sexuales, meter la manguera ahí dentro para quitar cadáveres jajajaja. Por que deben producirse verdaderas cerrazinas mientras echamos el famoso sueñecito poscoital.
La cuestión que me viene a al cabeza es que cuando no hay espermatozoides ajenos, los dedicados a la caza y captura del enemigo, estarán aburridísimos por ahí busca que te busca y no encontrando nada, no?
(no es necesario registro).
Qué curioso, la verdad! Aunque da que pensar el hecho de que todavía existan, debe ser que son necesarios. Sin ánimo de cuestionar vuestra fidelidad, claro ;-). Quizás eso explica la esterilidad...un batallón ocioso de asesinos que se distraen matando a los suyos. Por aquello de que cuando el demonio se aburre, mata moscas con el rabo. A saber, con el lío que debe haber allí dentro...
ResponderEliminarJajajja!
ResponderEliminarMe ha encantado el relato, muy divertido!!!