En
http://www.inteligenciaemocionalysocial.com/828/uncategorized/te-quiero…-pero-no-estoy-enamorado-de-ti encuentro un interesante artículo de
Elsa Punset, que habla de las diferencias entre enamoramiento y amor.
De hecho, es un tema que hemos tratado ayer en la entrada
las-parejas-espanolas-en-cifras, donde ya comentábamos las dificultades de mantener una relación después de la fase inicial de enamoramiento.
Elsa Punset escribe que según el psiquiatra y escritor
Andrew Marshall, el amor ya no es el valor principal de una relación; ha sido sustituido por el enamoramiento.
Es decir, buscamos el enamoramiento porque nos gusta especialmente, nos descoloca y descontrola, pero lo preferimos al amor, más sosegado y menos emocionante.
En el artículo se nombra la palabra
limerencia, que la
Wikipedia define como "
el nombre propuesto por la psicóloga Dorothy Tennov para un fenómeno emocional cognitivo involuntario producido en ciertas personas y vinculado al enamoramiento".
Según Elsa, cuando pasa la limerencia, que considera un mecanismo natural y "automático", nos toca
ponernos las pilas para cuidar la relación, y aconseja "
recuperar dos elementos: la conexión emocional y el contacto físico".
Su
receta se basa en la escucha activa del otro, la generosidad, el humor y la vuelta a las caricias, miradas y abrazos.
Marshall propone un
ejercicio: "
hay que mirar a la pareja a los ojos, sin decir nada, durante unos minutos, todos los días. Así conseguiremos empezar a reconectar, que es la esencia imprescindible del vínculo amoroso".
Todos los expertos indican lo mismo: cuando se pasa el
período inicial de una relación, en la que todo es maravilloso, el otro es perfecto y vivimos constantemente en una nube, nos da
un bajón que puede arruinar la relación y convertirla en algo monótono.
Y siempre aconsejan cuidar la relación, buscar pequeños
cambios que den vida a las actividades en común, aunque también es conveniente
dejar un cierto espacio de independencia a cada uno,
recuperar a los amigos que uno puede haber dejado un poco de lado mientras nuestros ojos sólo miraban a una persona, y nuestros oídos sólo querían escuchar lo que salía de esos preciosos labios que nos traían locos.
Lo que no tengo claro es si funcionará ese ejercicio de
mirarse a los ojos durante varios minutos. Si lo combinamos con el humor que cita Elsa Punset, lo más probable es que terminemos
partiéndonos de risa; claro que si acaba así, no parece un mal final para un ejercicio que intenta unir más a las dos personas.
Al fin y al cabo,
reírse juntos mejora la relación, y es una
experiencia agradable compartida, lo que fortalece los vínculos.
¿Crees que el llamado "
vinculo afectivo" que surge después de la fase de enamoramiento merece la pena
un poco de trabajo para mantener la "
llama de la pasión"? ¿o lo que nos pide el cuerpo es ir a buscar una nueva relación para volver a sentir las mariposas en el estómago?
¿qué opinas?
Es importante desde el principio de una relación tener un espacio para cada uno, para ellos solos, o para compartirlo con amigos. Algunos lo ven como algo incompatible, yo no sólo lo veo compatible, lo veo más que recomendable y sano y que ayudaría a tener una vida de pareja más sana y mas duradera.
Lo de mirarse a los ojos de vez en cuando, no deja de ser un ejercicio sano. Siempre y cuando no trates de ver a la otra persona como si fuera una bacteria y tu tuvieras un microscopio entre manos.
A veces nos olvidamos de la persona que tenemos al lado, nos olvidamos de mirarlo, por dentro y por fuera, solo discutimos, nos echamos cosas en cara. Creo que dedicar un poco de tiempo a mirar a la otra persona, mirar un poco lo que te llamó la atención en su día, que suele seguir ahí, con ese poquito sale el lado tierno. A mi a veces me ha pasado, que de repente me he quedado mirando a mi pareja, unas veces por que me había enfadado por algo, o por que le iba a decir alguna cosa ...lo q fuera, y no sé, quizás por que lo vi con un gesto muy suyo o por lo que sea que me pasara en la cabeza en ese momento... solo por mirarle un poco me he sonreído y no he sido tan brusca después.
Desde luego no lo hago todos los días. No tengo tiempo.
El que dure o no una pareja, depende de nuestra propia visión de lo que queremos. Querer vivir el eterno enamoramiento, esta abocado a cambiar de pareja cada ciertos meses.
Los que valoren el cambio al amor (porque viene después, no en el enamoramiento: ahí solo hay pasión y arrobo), al conocimiento, a la rutina de una vida que te llena al lado de alguien, porque te escucha, te apoya, te abraza, etc, intentará que sus relaciones duren. Pero estamos hablando de parejas, tienen que ser ambos así, si uno de ellos no quiere... "mal riñen dos si uno no quiere".
No olvides que puedes comentar o ver los comentarios de otros lectores.