Obispo opina sobre la precocidad adolescente y homosexualidad

jane-dice
El obispo de Tenerife nos ha regalado unas perlas muy curiosas hace unos días.
Algunos miembros de la Iglesia se empeñan en meterse a opinar sobre cosas que no deberían y de hacerlo deberían pensar antes de soltar semejantes barbaridades.

Los niños depravados

Para empezar, nos dice lo siguiente:
"Puede haber menores que sí lo consientan -refiriéndose a los abusos- y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan".

Me sorprende que considere a una persona con 13 años lo suficientemente adulta para tomar una decisión en el terreno sexual, cuando en ningún ámbito lo está. De ahí que hasta los 18 no se les considere responsables para independizarse, votar, conducir, etc.

Pero fíjate tú, que en el terreno sexual no sólo saben lo que quieren, sino que también lo buscan provocando a esos pobre adultos, que son los que parecen no tener la madurez suficiente para diferenciar lo que está bien de lo que está mal.
Esos niños, ¡es que van provocando!
¡Depravados, no puede uno resistirse!

Eso sí, que nadie piense que el señor Obispo está disculpando a los curas pederastas, no no; es que ese día se levantó reflexionando sobre el tema y quiso lanzar esa idea al aire, porque la policía en el fondo, pierde el tiempo persiguiendo a los pederastas que se mueven por el mundo. Lo que deberían hacer es perseguir a los adolescentes y meterlos en cárceles, porque van provocando, con esa minifaldas y pantalones cortos, es una vergüenza!!!

Dios nos libre de tener adultos con estas ideas cerca de nuestros hijos adolescentes. Si Él escuchó al obispo decir esto, ya estará arrepentido que su hijo nos dijera cuando estuvo entre nosotros “dejad que los niños se acerquen a mí”, porque les dio a sus representantes en la tierra, un arma más para poder hacer uso y abuso de esa idea que lanzó Jesús en su día.
 
Con todos mis respetos señor Obispo, dedíquese a juzgar y condenar los actos de curas pederastas, entregarlos a la justicia y predique la palabra del Señor, y dejemos que la justicia sea quien juzgue si el pobre pederasta fue tentado por un vil adolescente.

Los depravados homosexuales

Como no quedó contento con esa perla, decidió que el día daba para mucho y que también iba a dejar para la posteridad lo que él opinaba sobre la homosexualidad.  Primeramente la compara con los abusos, que es como comparar la velocidad con el tocino. Claro que si se piensa un poco, los curas son hombres, si abusan de niños, tienen cierto grado de tendencia homosexual. Ha ido hilando y le ha salido esa relación. Lo mismo hasta ha estado acertado.
 
Comenta que hasta hace unos años en algunos libros se trataba la homosexualidad como una enfermedad, pero que ahora no se puede decir, porque no es políticamente correcto. Si a él le hace feliz, pues que diga que es una enfermedad, pero en la intimidad de su casa. Comparar la homosexualidad a una psicopatía o a un cáncer me parece excesivo. Es como si el que come carne llevara al que come ensaladas a urgencias por que está enfermo.

La comparación que hace sobre educar para tener una sexualidad sana, igual que la sociedad reconduce/educa para que no haya violencia, me parece un tanto errónea. La violencia se da de un individuo o persona hacia otra/s con la intención de hacer daño. A mi que un hombre o mujer se acueste con otro de su mismo sexo, si la otra persona quiere, no me parece comparable con la violencia, más bien tiene mucha similitud con obtener placer.

La elección sexual de la persona, es suya personal, y mientras no obligue a otra persona a acostarse con él si éste se niega, tiene mi respeto. Respeto que parece no tener de la Iglesia, y hablo de Iglesia como institución política que se dedica a meterse en fregaos para los que no fue constituida y que daña a la gente que es realmente creyente y da la vida por los demás, por ayudarles.

Esa es la verdadera Iglesia. No la de estos señores que sueltan semejantes barbaridades, protegidos por el cargo que desempeñan. Luego se quejan de la falta de vocación o que las iglesias están vacías. Más vale que asumieran que en el ser humano va inherentemente la sexualidad, que es una función básica dentro del desarrollo de su vida. Dejen casar a los curas y puede que así no se cometieran más abusos.

   Desde luego, lo que el cinismo es capaz de disculpar. Antes de reconocer que los curas pederastas son unos asquerosos depravados, unos deleznables delincuentes y (según sus propios criterios) unos pecadores, son capaces de echar la culpa a los chavales.

  Lo que me extraña es que no le eche la culpa a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que fue el objetivo del azote de la curia. Ah, claro, que los abusos sexuales de los curas llevan produciéndose muchísimos años antes de que se implantara la asignatura.

  De todas formas, padres preocupados: no tengan miedo; ya se encargarán los sacerdotes de "educar" a sus hijos en materias que dominan (los curas), como la sodomía, el engaño, el abuso, el cinismo, la hipocresía, es decir, todo lo que NO deberías ser uno hombres no ya santos, sino mínimamente honrados.

  Y sobre lo que este tipejo opina sobre los homosexuales, no hace falta abundar mucho. Los que tienen el cerebro realmente dañado son los impresentables que defienden a los pederastas y acosan a los que eligen mostrar su afecto a quien ellos quieren (adultos, eso sí, y con consentimiento). Si los homosexuales fueran violadores, entonces sí que irían al Reino de los Cielos, justo al lado de los curas violadores.



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