Sexo y drogas en Disney World

Parece que el Pato Donald se dedica a más cosas que pasear a sus sobrinitos o a Pluto. Una chica le ha denunciado por un supuesto abuso. Fue al parque y se puso a su lado para hacerse una foto y termino más sobada que el sobaco de una tonta.

Si pensamos un poco en los disfraces que tienen estas personas, díganme si alguno se imagina que se puede mover con facilidad o si puede tener tacto, por que yo por más que le doy vueltas, no termino de ver qué sustancia saco el pato Donald a este tocamiento. O que por un tocamiento de pecho, la persona sufra estrés post traumático.



El acusado

 A nadie le gusta que le toquen sin permiso, menos si se trata de un lugar intimo. Pero todos en mayor o menor medida lo sufrimos en algún momento de nuestra vida, sobre todo en sitios abarrotados de gente. Si todos sufriéramos de estrés, estaríamos llenando las consultas de los psicólogos. En EEUU parece que se demanda por todo y éste es un claro ejemplo.

También dicen que hay sexo en los lavabos entre empleados y ¡drogas!. Lo realmente sorprendente es que me digan un solo sitio donde eso no haya pasado jamás. En casi todas las oficinas se dan casos de “líos de faldas”; tampoco me sorprendería que alguno se fumara un porro o esnifara una raya. No es algo que se vaya contando o pregonando, pero todos intuimos que pasa.

Entiendo que un parque pensado para niños no es el sitio apropiado para estas practicas, pero yo aquí más que sexo y drogas veo una manera de querer despedir barato por parte de unos y de “otra” de querer tener resuelta la vida para siempre.

¡Quién sabe!, si se demuestra que todo ésto es cierto y no un montaje, puede llegar a convertirse en un parque para adultos.

  Visto lo visto, parece que lo único que falta en DisneyWorld es el rock & roll, para completar lo que decía aquella canción (Sex & Drugs & Rock'n'roll).

  La verdad es que me resulta un poco raro que una chica de 27 años tenga estrés postraumático porque un personaje de dibujos animados le ha tocado (supuestamente) una teta. Yo había oído hablar de ese tipo de estrés en soldados que habían visto morir a todo su pelotón a su lado, y también lo comprendo en casos de violación, atracos a mano armada u otras agresiones, pero me parece excesivo en este caso.

  Entiendo que no es agradable que te magreen sin permiso, pero pedir 50.000 $ para que se te pase el disgusto me da la misma impresión que el caso del cliente de una cafetería que denunció a la empresa porque se quemó al beber el café demasiado caliente.

  Y demasiado calientes deben estar también varios empleados de estos parques temáticos, según la noticia, aunque el caso del empleado disfrazado de Winnie the Pooh que se tiraba en los aseos a una empleada disfrazada de la ardilla Chop se encuadraría mejor en la zoofilia, supongo.

  Según parece, se denomina "furries" a los que les gusta el sexo con este tipo de disfraz. Desconocemos si con tal andamiaje encima es posible la penetración, pero debe tener mucho morbo.


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