Uno puede pensar que Ramón era un hombre de anuncio de colonia, alto, musculado, atractivo… pero juzgando la foto que acompaña a la noticia era de lo más normal y no demasiado alto. ¿Por qué conquistó tantas mujeres entonces? Es una lástima que se haya muerto, porque es para hacerle muchas preguntas al respecto.
Algo muy loable de este buen hombre es que era totalmente sincero. No engañaba, las mujeres que tenía a su lado sabían que las compaginaba con otras. Otra pregunta que me viene a la cabeza es: ¿por qué sabiendo ésto continuaban con él? ¿Hay otra mentalidad en las mujeres de Ecuador que las deja compartir un mismo hombre sin pedir fidelidad? O es que este señor era tan bueno en la cama que compensaba esos ratitos que les dedicaba a cada una?.
Dice de sí mismo que “nació con el don de enamorar a las mujeres” y de atontarlas, porque si llegó a tener 96 hijos con 49 mujeres es señal que con muchas repitió hazaña. Si te dejan preñada y colgada después, y repites otra vez, algo nos estamos perdiendo por el camino, no os parece? porque muchos de los que me leéis ahora pensaréis que de tener tantos hijos pasáis, pero que os apuntábais a llevaros a la cama a 49 mujeres, aunque sólo sea por la experiencia tipo experimento sociológico.
En fin, que descanse en paz!

Lo que está claro es que algo debía tener para traerlas locas. Podríamos explicar su obsesión por las mujeres dada la afición al marisco que confesaba; de todos es sabido que este alimento se considera afrodisíaco. Pero eso no basta para explicar la razón para que ellas cayeran rendidas a sus pies (y a su cama).
El nombre del pueblo donde vivía ("La Chorrera") parece aludir al chorro de semen que debía despedir este hombre a su paso por las calles. Quizá utilizó algún tipo de vaporizador con el que impregnaba a las mozas en los bailes del pueblo, dejándolas preñadas. Acaso terminó usando un avión de esos que despliegan pesticidas en las tierras de cultivo, cambiando el producto químico por otro de producción propia. Porque si hacía los niños de uno en uno (gemelos o trillizos como mucho), hay que reconocer que se lo curraba.
Lo curioso es que, conociendo su capacidad como conquistador y como "fecundador", ni ellas ni él se molestaran en usar anticonceptivos. Si algún avispado emprendedor hubiera instalado una farmacia (o al menos, una máquina expendedora de preservativos), se habría hecho rico sólo con el consumo de Ramón y sus chicas. ¿A ellas les daba igual quedar embarazadas? ¿no había ningún tipo de presión social hacia las madres solteras (o adúlteras, según el caso)? ¿Es el Ecuador el país más liberal en lo sexual?
Me estoy acordando de los flipados que han escrito esos libros de técnicas de seducción los últimos años: principiantes al lado de Ramón el ecuatoriano. Ya puedes ser metrosexual; en comparación, ¡Ramón es kilometrosexual!
Es extraño que muriera por derrame cerebral, y no por agotamiento. Puede que el cerebro no resistiera la terrible presión de estar siempre imaginando cómo llevarse al huerto a más chavalas.
Atención a las parejas con problemas de fertilidad: si queréis tener muchos niños, ya sabéis la receta: "caldo de cabeza de pescado, marisco y brisa marina". Lo demás, vendrá por añadidura.
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