CiberSexo: Amor y Sexo con Robots 1

  Sí, habéis leído bien: no sólo sexo con robots, sino AMOR.

  Esto al menos dice el título del libro “Amor y Sexo con Robots: La evolución de las relaciones Humano-Robot” de David Levy, aunque cita mediados del siglo XXI para ver materializadas sus previsiones.

Cariño, ¿quieres que te lea un poco antes de dormir?
Es un libro de un flipao que habla de ¡sexo con robots!, jeje...

  Un paso intermedio serían máquinas capaces de acompañar el acto sexual con movimientos y que te susurrarían obscenidades (o piropos) para animarte.

¿Eh, nena, ejecutamos algunos programas
sucios?  ¿En tu disco duro o en el mío?

  Crear muñec@s de alta calidad con tacto exquisito y aspecto real ya no es un reto (existen desde hace años): lo difícil es acompañarl@s de movimientos propios con la suavidad y precisión similares a un ser humano.

  Esto completaría la función meramente sexual, y sería suficiente para provocar orgasmos (al menos a los hombres, que somos considerablemente más simples en este aspecto).

  Pero faltaría el toque de humanidad (o pseudohumanidad) que hiciera algo menos frío el encuentro. El mismo problema o carencia que presenta el uso en solitario de juguetes sexuales.

  En ese sentido, los avances en la IA (Inteligencia Artificial) serán críticos para acercar un poco el sexo con robots al sexo con personas. Que la máquina te diga siempre: “muy bien, Pepe” cada vez que haces el “amor” con ella, acabará aburriendo (en especial si no te llamas Pepe, claro)

Jude Law es un robot gigoló
en el film IA (Inteligencia
Artificial) de Spielberg/Kubrik.

  No dudo que, con los adecuados avances científicos, tener una compañera sexual robótica (o compañero) será bastante normal, al menos tan difundidos como los vibradores hoy en día.

  Las ventajas de un robot sexual son varias:

• siempre está dispuesto al sexo (se acabó la falta de deseo): 24h/7 días a la semana. No descansa ni findes ni festivos.
• no te pide nada a cambio (salvo el coste de adquisición y mantenimiento): no tienes que ser cariñoso, recordar sus cumpleaños, etc.
• no tiene familia ni amistades que puedan desagradarte.
• no hace falta que te esfuerces en ligar, ni te exige que seas atractivo/bien situado/agradable…

  Pero está claro que, por mucho placer que te pueda proporcionar un robot, y por muy capaz que sea de mantener una conversación medianamente coherente, sin duda notaremos que falta algo, ese calor humano que no sólo es cuestión de servomecanismos ni síntesis de voz, sino personalidad, cariño, inquietudes intelectuales, compañía, …

  Aunque… ¿hay muchas parejas que compartan realmente todo eso? O:-)

  Seguiremos hablando de este tema en breve… expondremos los principales argumentos del autor David Levy y analizaremos qué opciones existen ya en el mercado o en desarrollo… ¡No te lo pierdas!

 Sobre las conversaciones con una inteligencia artificial, yo siempre recuerdo los comentarios de periodistas deportivos en el juego FIFA 98 (el primero donde las oí). Desde luego, daban una ambientación muy importante al partido virtual, y conseguía sumergirte más en el juego.

  Claro que, después de jugar varios partidos, se comenzaban a repetir los mismos comentarios, y a veces no venían mucho a cuento. Pero eso es algo que se puede solucionar con más presupuesto (más frases grabadas, mejor programación para ajustarlas más al contexto, etc…). Al fin y al cabo, en un polvo tampoco se exige ni demasiada originalidad ni excesiva verborrea.

  El hecho de no tener suegra eleva muchos enteros la opción robótica. Tampoco hay dolores de cabeza inoportunos, días de mal humor…

  No sabemos si estos robots vendrán en versión para fumadores, que así podrían también compartir el cigarrillo poscoital (lo que sin duda, une mucho a una pareja).

  Si al final se acaban legalizando las bodas mixtas humano-robot, lo de “en la salud y en la enfermedad” quedará obsoleto y “hasta que la muerte os separe“ será sustituido por “durante la vida útil”.

P.D. Por cierto (y como es habitual en la industria cultural), en Amazon el libro en versión electrónica (ebook) cuesta 12,86$, mientras que la edición de bolsillo en papel baja a 9,66$. Alguien tendría que explicarme cómo puede costar menos fabricar el papel, imprimirlo, transportar el libro de la imprenta al punto de venta, etc… ¡que no hacerlo!

Bueno es verdad que vosotros como sois mas simples en el sexo (y en alguna otra cosa más, que ahora no viene al caso), sois más fáciles de satisfacer, veis? no hay mal que por bien no venga. Alguna ventaja tenia que tener ser hombre. Con las mujeres van a tener más complicado el hacer un robot, seguramente en poco tiempo terminaría con los circuitos quemados.

Las conversaciones... os preocupan las conversaciones? interesante que os plantéis esto como un "problema", por que normalmente es algo de lo que os quejáis en las relaciones con una mujer de carne y hueso. En todo caso, si el Furby que tengo en casa  es capaz de aprender palabras nuevas,  un bicho así de básico puede aprender, no quiero ni imaginar lo que puede llegar hacer un robot con esas tetas :-D

Solo hay que dar un poco de tiempo a los que investigan estas cosas, en breve tendrán hasta calor humano. Se admiten apuestas, ¿a que consiguen antes algo así que la cura para el cáncer???

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