Los hombres también tienen complejos 2

jane-diceEl otro día empezamos a enumerar los complejos masculinos.

Hoy vamos a continuar con esos problemas que les preocupan a los hombres sobre su físico.

La altura.
Ser más bajos que nosotras es algo que les preocupa y les acompleja hasta el punto que se han inventado métodos para disimularlo.
Desde operaciones que te meten en el talón una sustancia, que hace que seas un par de cm más alto, a ponerte en el zapato (sin necesidad de operación) una especie de alza que te sube un poco también.
Como los tacones de las mujeres, pero por dentro (Sarkozy usa este ultimo).

El culo.
sarko
A falta de tacones, buenos son cajones
(con A, no con O, ¡malpensados!)
También les preocupa a ellos. Hay que asumir que buenos culos abundan poco, tanto en las anatomías femeninas como en las masculinas.
Lo mejor es asumir el que tenemos y buscar la forma que lo realce más, o lo haga pasar desapercibido si es muy grande.

La nariz.
Es otro punto de preocupación. Normalmente suele ser cuando es grande. Por pequeña no suele dar problemas.
Los más coquetos pasan por quirófano y otros se sienten felices cuando usan gafas, porque las ven mas disimuladas.

Las orejas… de soplillo.
Y seguimos con la cara. No es que nosotras tengamos más suerte en esta parte de la cara, es que con el pelo lo disimulamos.
mas orejas
Agitándolas con fuerza,
¡puedo volar!
Ahora los hombres suelen llevar mas a menudo el pelo largo, no se ve como algo tan raro como hace años. Pero aún así, lo que normal es que lo lleven corto y las orejas sobresalgan (y nunca mejor dicho).
Parece que hay una pequeña operación, bastante fácil, para coserlas un poco más cerca de la cabeza.

La Voz
Una cosa que jamás hubiera imaginado que les preocupara es la voz, algunos no están contentos con la suya, quizás por sentirla más aguda de lo que quisieran, aquí tienen un poco más complicado cambiarla.


El tamaño de sus atributos sexuales.
Y por último, algo que todos hemos tenido en la cabeza mientras leíamos el resto de complejos. Más vale chiquitita y juguetona, que grande y torpona.
Animaos!! no se acaba el mundo por no tenerla tan grande como quisiérais, el resto del cuerpo también os dará juego a la hora de tener relaciones sexuales.


Parece que no somos tan distintos hombres y mujeres, a veces nos acomplejan autenticas tonterías de las que hacemos un mundo, cuando son una nimiedad. No os obsesionéis.

  En efecto, parece que los hombres también vamos agobiándonos por nuestro aspecto físico.

  Hace un tiempo, se decía el refrán "el hombre, cuanto más feo, más hermoso", algo que nunca se habría aplicado a las mujeres, que parecen estar obligadas a ser guapas, o al menos, a arreglarse cuidadosamente para seducir al varón.

  Pero hoy en día, en vez de superar ese tipo de complejos personales y presiones sociales, los hombres nos hemos unido a la cruzada por la belleza a cualqueir precio.

  Antes sólo las mujeres eran clientas de los clínicas de cirugía estética. Ahora los hombres comienzan a representar un importante porcentaje de las consultas y las operaciones quirúrgicas.

  Con los metrosexuales como punta de lanza (p.ej. los futbolistas David Beckam y Cristiano Ronaldo, o los infructuosos aspirantes a metrosexual como los políticos Sarkozy o Berlusconi), los hombres se ven obligados a estar guapos.

  Llegando al punto de que ya no es imprescindible tener un cierto estatus social para resultar atractivo a las mujeres; basta con ser un chulazo.

  En fín, el culto al cuerpo parece que está con nosotros desde la más tierna infancia de la humanidad hasta el presente, y me temo que seguirá en el futuro.
  Al menos yo no tengo que preocuparme, como todo el mundo sabe, ¡Tarzán está potorro potorro!



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2 comentarios:

  1. Bueno, esas y otras cosas nos preocupan a los hombres!!!!
    Pero muy bueno el post !!!

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  2. Y el cuello...casi siempre tener un cuello de toro y no de cisne...como cierto futbolista famoso que parece una bailadina.

    Y la barriguita...que aunque yo personalmente no tengo afán por tener una tableta de chocolate, si me gustaría tener una tabla de planchar y no un balón de playa.

    Y los brazos y muñecas tenerlos grandes como leñadores.

    Es que tenemos tantos complejos.

    ResponderEliminar

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