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"Sperm Wars" (1996), de Robin Baker |
Todos han tenido gran número de visitas, por lo que suponemos que os han gustado mucho. Para los que no los hayan leído, aquí tenéis los enlaces:
- Los espermatozoides asesinos 1
- Los espermatozoides asesinos 2
- El tamaño de los Testículos sí que influye
- ¿Qué cantidad de espermatozoides hay en una eyaculación?
Todo lo que comenta es sólo aplicable a la penetración vaginal sin preservativo.
La procelosa vida de un espermatozoide
En la página 49 de su libro podemos leer:
“Como promedio, una inseminación contiene 300 millones de espermatozoides. De estos, la mujer expulsará alrededor de 150 millones en el reflujo. Unos cientos de espermatozoides se dirigen directamente hacia los oviductos y aproximadamente un millón puede ir primero a las criptas del cuello del útero para formar depósitos, abandonando este lugar durante los 5 días siguientes para completar su viaje hacia los oviductos.”Por un lado, según Baker, el reflujo (una cierta cantidad de esperma mezclado con el flujo vaginal) puede salir cuando la mujer orina entre 30 y 45 minutos después del acto sexual. Puede contener hasta la mitad del semen de la eyaculación, por lo que la “eficacia fertilizadora” se reduce notablemente.
A diferencia de lo que la mayoría cree, los espermatozoides no van directamente a la caza del óvulo, sino que algunos se quedan en las citadas criptas del cuelo del útero, donde esperan tranquilamente su turno de intervención.
Pero no todos los espermatozoides que han evitado el reflujo teminan su periplo. Sólo unos 20.000 de cada inseminación logran llegar a los oviductos.
“El resto, los que no han sido expulsados con el reflujo, abarrotan la mucosidad del cuello uterino. Siendo a la larga objeto de limpieza por parte de los glóbulos blancos o transportados en el flujo lento y con aspecto de glaciar de la mucosidad del cuello del útero de regreso a la vagina”.Es decir, que la inmensa mayoría de los espermatozoides no tienen ni siquiera la oportunidad de fecundar un óvulo.
La mayoría de ellos (el 99%) porque ni siquiera son cazadores de óvulos, sino bloqueadores o asesinos, como vimos en Los espermatozoides asesinos 1.
Otros, porque son expulsados en el reflujo, asesinados por los espermatozoides asesinos de un macho rival, “limpiados” por los glóbulos blancos o arrastrados por el citado “glaciar”.
El número de espermatozoides inseminados depende de varios factores
Es lógico suponer que si un hombre eyacula muy a menudo, su cuerpo no será capaz de producir tantos espermatozoides como cuando lleva un tiempo sin hacerlo.Según Baker, según el tiempo que ha pasado desde que el hombre inseminó a su pareja por última vez, lo que (con escasa poesía) llama “depósitos” de la mujer estarán más o menos vacíos, por lo que se requerirá diferente cantidad de espermatozoides para llenarlos:
tiempo desde la última eyaculación | nº de espermatozoides eyaculados | nº que “llena los depósitos” |
una semana | 400 millones | 1 millón |
3 días | 200 millones | 0.5 millones |
3 horas | 30 millones | |
unos minutos | 0 |
Lo curioso es que, según Baker, lo fundamental no es cuándo has eyaculado por última vez, sino cuándo has eyaculado dentro de esa mujer en particular.
Es decir, no se trata de la capacidad productiva de los testículos, sino de “cubrirse las espaldas” ante la posibilidad de que otro hombre pueda penetrar a la misma mujer.
De hecho, si el mismo hombre penetra a otra mujer, las cuentas se realizan independientemente. Por ejemplo, si un mismo practica el coito con 2 mujeres (¡qué suerte!), en cada una “inyectará” la cantidad de espermatozoides correspondiente al tiempo pasado desde la última vez que eyaculó en esa misma mujer.
El tipo de espermatozoides inseminados también es variable
Y no sólo el número de espermatozoides variará, sino también el tipo (cazadores de óvulos, bloqueadores o asesinos). En la página 118 leemos:“si ha vigilado de cerca de su compañera desde la última vez que mantuvieron relaciones sexuales, necesita introducir el cupo completo de bloqueadores, pero sólo unos pocos asesinos y cazadores de óvulos.”Y más adelante:
“si el hombre ha pasado menos tiempo con su compañera, con lo cual aumenta el riesgo de guerra entre espermatozoides, necesita más asesinos y cazadores de óvulos. De manera que envía hacia el interior una porción mayor de cada columna. El número de bloqueadores sigue siendo el mismo, pero se introducen más espermatozoides jóvenes, los asesinos y los cazadores de óvulos”.Baker considera que los espermatozoides bloqueadores son los que llevan más tiempo esperando en los conductos deferentes, por lo que son menos “frescos”, y por tanto, peores soldados y fertilizadores.
Y, cuando hay más posibilidades de que la mujer haya sido infiel a su pareja, éste eyaculará más o menos cantidad de semen, y más o menos proporción de espermatozoides especializados en las guerras de espermatozoides.
El cuerpo del hombre manda más que su cerebro
Es importante destacar que, para Baker, estas decisiones son tomadas directamente por el cuerpo del hombre, de modo totalmente inconsciente.Es decir, el varón no puede elegir cómo va a ser su eyaculación, porque es su propio cuerpo el que decide por él.
Resultan harto sorprendentes las afirmaciones de este zoólogo, muy especialmente lo último que apunta Ferr Doktor.
Que el propio cuerpo del hombre sea el que analice si hace poco o mucho que te has tirado a esa mujer, y con esa información decida si la eyaculación va a ser mayor o menor, de un tipo o de otro, resulta cuanto menos inquietante.
Ya sabíamos que el cuerpo humano es capaz de hacer muchas tareas por sí mismo (latir, respirar, sentir dolor, tener una erección…), sin que el cerebro tenga que ordenarlas de forma consciente.
De hecho, en algunos casos tenemos reacciones instintivas que pueden incluso, resultarnos negativas. Por ejemplo, el dolor o el miedo te puede paralizar e impedir huir de un peligro.
Pero esto de que el cuerpo lleve la cuenta de si has follado más o menos con cada chica en particular, sin necesidad de usar el útil polvómetro de TarzanyJane.com, suena a vigilancia electrónica.
No es por ser conspiranoico, pero si algún día los científicos logran diseñar un aparato que, al ser conectado al cerebro (o enchufado al pene), extraiga esa información tan confidencial, será el fin de los faroleros.
Imagínate la cara del supermegaguapo que presume de tirarse a más pibitas que nadie cuando la pantalla muestre:
fecha del último polvo: año 350 A.C.
Me pregunto de qué manera llega a los espermatozoides la información sobre si donde van a salir es un sitio ya ocupado por otros, es sitio nuevo o es un sitio donde hace mucho que no entra. Eso me intriga mucho. Por muy inconsciente que sea esa decisión, tendrá que tener alguna información, algo que le indique que tipo de espermatozoides necesitara cuando los saque fuera, no?
Me intriga también si los lanza ya especializados o se especializan al llegar al sitio y hacer un reconocimiento de zona.
Por otras parte, jamás imagine el jaleo que se produce en esa zona después de una eyaculación, casi puedo ver el cacharro que da números de la carnicería ahí puesto. Supongo que será un "tonto el ultimo" y los más lentos ya pasaran a coger número para cuando les llegue el turno.
(no es necesario registro).
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