O aún teniendo vivienda propia, simplemente por el morbo que aporta el riesgo a ser descubierto o la premura de la excitación repentina.
También es un clásico utilizar el coche para ligar: aparte de la movilidad y el status que aportan al propietario y a su acompañante, un buen deportivo indudablemente atrae las miradas envidiosas o admirativas del sexo propio y ajeno. (Para esto se recomienda un Ferrari, o al menos un Audi o BMW; abstenerse propietarios de Twingo, Smart o similares).
Pero como mejor herramienta de seducción, aunque no seamos tan afortunados en lo económico, siempre podemos usar la imaginación, como nos muestra la siguiente fotografía:
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| No hace falta ser criptógrafo ni experto en lenguaje SMS para entender este mensaje. |
(no es necesario registro).
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