Las peleas de pareja son saludables

¿Quién dijo que discutir no era sano? Lo insano es guardártelo dentro, que "reconcome" y al final terminas teniendo problemas de salud y lo que es peor, muriéndote antes de que te corresponda.

Siempre dije que no es bueno tragarse las cosas. Si hay algo que te ha molestado, algo que no te gusta, lo mejor es hacérselo saber a la otra persona, es el mejor medio para evitar que se vuelva a repetir, si tu pareja vive en el desconocimiento, lo repetirá. Y si después de saberlo, lo repite, ya sabrás que lo hace a mala leche.

Cuando sueltas lo que te está molestando, lo que te ha cabreado, notas como si te quitaras un peso de encima, una especie de relajación te recorre.
Y no sólo tu cuerpo te lo agradece. Quedarte con ello dentro te hará ir a un psicólogo para desahogarte con él.

¿en tu ring o en el mío?

¿No será mejor decírselo al propio interesado? y sobre todo te saldrá mucho más barato, si encima te alarga la vida, qué más se puede pedir. Lo tienes todo al alcance de tu mano.

Un estudio sobre lo saludable de pelearse saldrá en la revista Journal of Family Communication. Este  estudio se ha realizado a 192 parejas a lo largo de 17 años.
En él se analiza lo malo que es no hablar y guardarte todo dentro, lo que hará que el cólera crezca en tu interior.

Discutir es positivo, porque así resolverás el conflicto y tienes el añadido de la reconciliación, la parte mejor de toda pelea de parejas.

Este estudio ha dado un dato bastante importante y nada gracioso: de las parejas que reprimieron la cólera, dio como resultado la muerte de un cónyuge. Reprimirte hace que tengas 5 veces más posibilidades de morir antes de lo que te toca.

Pensadlo fríamente y preguntaros si merece la pena quedarse callado a partir de ahora cuando tengas una discusión con tu pareja.
Sólo recordaros que discutir conlleva el uso del lenguaje oral, no quiere decir que terminemos a guantazo limpio. Seamos civilizados y respetuosos y arreglemos las cosas por medio de la comunicación hablada.

  Para ilustrar el concepto de ir cargándose de mala hostia por algo que te preocupa, cuando era mucho mejor pensárselo con calma y haberlo hablado antes, yo suelo contar:

La Fábula de la Bolsa de pipas.

  Érase una vez un niño que iba por la calle andando hacia un kiosko donde quería comparse una bolsa de pipas, e iba pensando:

-Cuánto me apetece comer pipas, me encantan. (...)
-Sería una pena que no tuvieran mi marca preferida, esas gigantes con poca sal (...)
-Si sólo les quedan las crudas, vaya mierda, porque a veces salen gusanos y es de asco (...)
-Puede que sólo tenga esas de granel,que a veces están pasadas y saben rancias. (...)
-Quizá hasta tenga ratones o cucarachas en el local y hayan estado paseándose por encima de las pipas, puajjjj (...)
-A lo peor ni siquiera le quedan pipas de ningún tipo, y me toca comprar otra cosa; me jorobaría mucho (...)

  En ésto, llega al kiosko y le dice al dependiente:

-¿Sabe qué le digo? ¡Que se meta sus pipas por el culo!

  Y es que a menudo, nos programamos en contra de algo sin tener verdaderas razones para ello, y nos montamos tal película en nuestro cerebro, que al final acabamos saliéndonos por la tangente.

  De este modo, perdemos oportunidades o estropeamos ocasiones, por un fallo en nuestro proceso de razonamiento debido a un irracional pesimismo.

  No hablar con la pareja (o un amigo, o el jefe...) puede llevarnos a este tipo de pajas mentales. En vez de aclarar las cosas, nos ponemos en lo peor, y al final, le mandamos a la mierda sin razón alguna.

  A veces hay razones válidas para recriminar la actitud del otro, pero puede deberse a un fallo de comunicación ("creí que te gustaba azul"), un error de apreciación nuestro, una diferencia de interpretación o de gustos ("para mí es mejor así").
  Por eso, nada mejor que aclarar el desaguisado y resolver el malentendido antes de que se nos pasen las ganas de comer pipas.

  Si el problema es real, y la actitud del otro ha sido realmente malintencionada, habrá que encararlo de otro modo, pero no cojamos el fusil sin habernos asegurado antes.

  Los rebotes es mejor dejárselos a Pau Gasol, que en eso es un profesional.


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