Disfrute sexual en el Olimpo

Desde luego los dioses del Olimpo se lo pasaban en grande, no le hacían ascos a nada y no creo que les quedara un solo segundo del día para aburrirse.

En la época de Pericles el hedonismo estaba de moda entre la clase privilegiada. Y para que no tengas que buscarlo te cuento que Hedonismo es una doctrina filosófica que proclama el placer como fin supremo de la vida. Nada de estrés, ni de problemas, ni de complicaciones, solo disfrutar. ¿Nos apuntamos?

Zeus en una de sus
famosas salidas nocturnas

Los dioses del Olimpo no solo se acostaban entre ellos, eso hubiera sido muy aburrido,monótono. También lo hacían con los simples mortales. Zeus y su esposa Hera mantuvieron varias aventuras sexuales extraconyugales.

Decía Píndaro: “lo primero es la felicidad y luego la reputación”. Supongo que este hombre debía ser un antepasado de Berlusconi. A juzgar por la vida que lleva yo creo que ha hecho suyo este principio.

Zeus tuvo relaciones como semidiosas, pero también tuvo relaciones intimas con el efebo Ganimedes. Apolo las tuvo con el joven Jacinto y Hermes se cepillaba a todas las ninfas con las que tenia el gusto de tropezar.

Dentro de esta filosofía hedonista y del desenfreno por el que a veces se dejaban llevar, los más “pecadores” eran Afrodita (diosa del amor y el erotismo), Dionisos (se le veneraba como el inductor al acto sexual) y su hijo Príapo, del que hablamos en su momento en este blog.

El matrimonio Zeus/Hera,
en un momento intimo.

El mundo de los griegos estaba fascinado por los desnudos masculinos, el pene era el símbolo del poder y la fertilidad. Grandes falos de madera presidian las procesiones en honor a Dionisos. En los teatros y templos tenían esculturas de sus dioses con grandes falos (desde luego éstos no podrían decir que el tamaño no importa). Los penes se consideraban grandes amuletos para alejar el mal de ojo o para tener más potencia sexual.

El goce carnal era tan importante que llego a convertirse en un rito religioso (casi igual que ahora). Muchas jóvenes vírgenes de buenas familias eran llevadas al templo de Afrodita para servir sexualmente a los fieles. Eros, hijo de Afrodita, es el símbolo del sexo. Eurípides lo retrato con arco y flecha y se convirtió en Cupido.

Leído en la revista Muy Historia nº 25/2009

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