Sexo “oral”

En los momentos íntimos unos hablan, otros callan, otros hacen ruiditos. Cada persona es un mundo, así que en una pareja que se juntan dos, tenemos una amplitud mayor, al menos dos mundos. Ya no quiero hablar de lo que debe ser un trío o una orgía.

El uso del lenguaje puede ayudar a subir la temperatura de la otra persona… o de ambos. ¿Por qué no ayudarse de él?

Cuando estés teniendo relaciones sexuales puedes indicarle a la otra persona si te gusta “ummm asiiii ummmm”, “mmmmm me encanta eso que me haces!”, o si quieres otra cosa “un poco mas rápido, amor”. Se trata de hacer saber a la otra persona lo que te gusta, sin que tenga la sensación que le estas dando instrucciones como si fuera un operario de una grúa.

¡voy a darte lo tuyo y lo del inglés!

Si cuando dices ciertas cosas lo dices con cierto grado de excitación y de forma que le haces saber al otro cómo lo quieres, sin parecerte a un sargento de infantería, conseguirás que el ambiente se caliente y tu tengas un mayor placer, ya que estarán haciendo lo que a ti te gusta.


Hablar sucio a algunos les encanta, ¿lo habéis probado? quién sabe, lo mismo ahí tenéis un nuevo recurso que añade más pasión a tus relaciones.
Se trata de usar un lenguaje subido de tono sin que tenga que ser soez o desagradable.

Hacerte una idea de ti mism@ hablando mientras haces el amor, puede que te resulte ridículo, incluso que te dé un ataque de timidez, pero no es lo mismo imaginar como será, que hacerlo en el propio acto. ¿Por qué negarte a hacer algo que te puede excitar más?, si no pruebas no puedes saberlo.

Lo mejor es empezar con algo suave, ir directamente a saco puede cortaros. Por poneros un ejemplo, si jamás has dicho nada mientras tienes relaciones y un día te están haciendo una felación, de repente soltar “quiero follarte la boca hasta el gaznate y que te comas todo lo que eche”, seria un poquito fuerte y sorprendería mucho a tu pareja. Se pueden decir cosas más sosegadas: “me gusta que me lamas mientras te la metes hasta dentro”.

Puedes ir practicando mientras te masturbas, vas diciendo alguna cosa que te venga a la cabeza. Esto hará que el día que lo hagas con tu pareja no te suene tan raro. También conviene hablarlo con él/ella y saber que piensa, cómo se siente al respecto.

Si después de usarlo no notas que el grado de excitación varíe, deja de usarlo, y si es al contrario, pues adelante.

  Vaya, yo pensaba que el sexo "oral" era echar un polvo cada hora, o incluso hablar de sexo. Pero resulta que es hablar mientras practicas el sexo.

  Lo primero que se me ocurre es que si estás practicando una felación, resulta cuanto menos complicado decir algo que tu pareja pueda comprender. En el caso del cunilingus, uno no tiene la boca llena, por lo que es más fácil expresarse oralmente.

    El Día de los Enamorados (14-Feb) publicamos una serie de frases de Shakespeare sobre el amor, pero no te molestes en leerlas con este fin. No creo que sean las más adecuadas para el "durante"; están más indicadas para el "antes".

  Me llama la atención cómo algunas personas, con un criterio similar al de Enrique Iglesias, consideran una experiencia religiosa esto del amor y el sexo, y en medio del mete-saca dicen cosas como "Dios, ay Dios, ..", más propias de la liturgia de Nueva Orleans (para ambientarte, imagínate un coro de Gospel cantando alabanzas al Señor...)
  Pero cada persona es un mundo, así que hay muchas variedades:

• Los hay aficionados a las matemáticas ("Más, más...").
• Las que leen libros de autoayuda suelen decír "Sí, sí... síiiiiiiiiiiiiii", en un ejercicio de autoafirmación.
• Los quejicas repiten: "ay, ay, ayyyy".
• Los motivadores gritan: "vamos, vamos, sigue..".
• Los detractores del freno dicen: "no pares, no paressss". Son partidarios del movimiento continuo.
• Las que viven el día a día, prefieren el "oy, oy, hoy...". Como muchos filósofos, no saben con seguridad si hay un mañana.
• A otras les da por la espeleología: "más dentro, más dentro....", o "entra hasta el fondo". Afortunadamente, espeleología no es la devoción por Esperanza Aguirre.
• Los asmáticos sólo dicen "ahhh, ahhhh, ahhh", porque tienen el pulmón trabajando a tope.
• Las profesoras de autoescuela dicen "por ahí, por ahí... más despacio...". Aunque a veces deben practicar la marcha atrás.
• En cambio, las guardias de tráfico dicen: "Stop, ¡por ahí no!...", conocedoras del concepto "dirección prohibida".
• Y los aparca-coches: "¡no sé si cabe ahí!". Más problemas aún las chicas, a las que les han engañado sobre lo que miden 20 cm.
• Al contrario que los cartógrafos, siempre encantados de adentrarse en terrenos inexplorados.
• Las asesinas amenazan: "si te paras, te mato", mientras que las víctimas repiten: "me estás matando, me estás matando...".
• Las viajeras aseguran: "me voy, me voy...", como si tuvieran prisa por llegar.
• Las vengativas gritan "me vengo, me vengo". El que avisa no el traidor.
• Las médium suelen pedir: "No me dejes a medias..". Y es que a menudo tratan con fantasmas.
• Los verduleros dicen: "toma pepino, te meto el rábano, o este es el mejor plátano que te has comido nunca". No recomendamos aburrir recitando las ofertas, aunque a muchas les encanta el 2x1.
• Los carniceros aluden a sus mercancía: "te voy a dar medio kilo de rabo".
• Las divorciadas no pueden olvidar sus principios: "dáme, dáme, ¡dámelo todo, TODO!"
• Los sensibles: "¿lo sientes?, ... ay cómo lo siento..."
• Los veterinarios (y los zoofílicos): "perra, perraaaa".
• Las poseídas, que, mientras las posees, parecen la niña del exorcista, poniendo los ojos en blanco, gritando cosas incomprensibles y jurando en arameo. Si ves que su cabeza gira sobre sí misma, recurre a tu confesor.

  En fin, que se pueden decir muchas cosas sobre tu propia personalidad con sólo gemir...

  ¿qué dices tú al hacer el amor? ¿sólo jadeas o recitas frases enteras de tu libro de cabecera? ¿te reconoces en alguna de las frases anteriores?
  Cuéntanoslo en un comentario (anónimo, si lo prefieres):


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