
En primer lugar, aclara que el término impotencia, de hecho, “no es el usado por los científicos, “que prefieren hablar de disfunciones erectivas o eréctiles. Una disfunción erectiva es la incapacidad para lograr y mantener una erección que permita la práctica de la penetración”
Causas de la impotencia
Las causas de la disfunción eréctil pueden ser de tipo físico o psicológico. Paloma Aznar las enumera:
- Causas físicas: arteriosclerosis, diabetes, carencias hormonales, el consumo de algunos fármacos y ciertas drogas, trastornos neurológicos e hipertensión.
- Causas psicológicas: ansiedad es la más habitual; también: estrés, mala educación sexual, baja autoestima, experiencias traumáticas (abusos en la infancia, miedos…), desmotivación.
¿Cuántos hombres sufren disfunción eréctil?
No es un problema baladí: según la autora, “El 25% de los hombres tiene problemas para conseguir o mantener la erección a partir de los 45 años, y el 33% a partir de 60.”
Las estadísticas mundiales son asimismo preocupantes: “Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 100 millones de hombres en todo el mundo sufren disfunción eréctil, y de todos los que la padecen, solamente una minoría consulta con médicos (por desconocimiento, vergüenza…).”.
Sin embargo, esas cifras no deben asustarnos, porque añade una nota de esperanza: “En la mayoría de los casos, el problema se puede solucionar.”. La solución, sin embargo, puede requerir la ayuda de especialistas, a los que, según vimos antes, no suelen recurrir los interesados.
Los “gatillazos”
La impotencia puede ser ocasional. lo normal es que todos los hombres la hayan padecido algunas veces: es lo que llamamos un “gatillazo”. Resulta bastante frustrante, especialmente si se produce en la primera cita sexual con una nueva pareja.
Sin embargo, precisamente la ansiedad de una primera vez, y la presión de “quedar bien” son los causantes de muchos de los fallos en la erección. Si el coito se está intentando tras una noche de copas, los problemas se multiplican, porque el alcohol es uno de los factores desencadenantes.
En otros casos, la disfunción eréctil se presenta de una forma habitual, y sin estar causada por el uso de determinados medicamentos, abuso de alcohol u otras drogas. Ese es el momento de consultar al médico, que hará el diagnóstico y te ofrecerá el tratamiento adecuado para resolver el problema.
¿Cómo curar la impotencia?
Paloma Aznar indica las técnicas más habituales de tratamiento de la disfunción eréctil:
- Soluciones físicas: tratamiento hormonal (testosterona), vasodilatadores inyectables en el pene, aparatos de succión, bandas constrictoras, intervenciones quirúrgicas, Viagra (debe tomarse 30 minutos antes de la relación)
- Soluciones psicológicas: “focalización sensorial”: varios días de caricias, masajes y besos en todo el cuerpo, excepto genitales; luego excitación genital sin coito; luego todo excepto penetración, y finalmente, coito.
Para el pensamiento tradicional masculino, la erección es una muestra de su virilidad, y el coito es la práctica sexual prioritaria para la mayoría de los hombres, por lo que no poder ofrecer el rendimiento esperado (por él) resulta de lo más decepcionante.
Cómo resolver un gatillazo
Si, como dice Ferr Doktor, estás por primera vez con una mujer determinada y en el momento crucial tu salchicha se niega a dar la talla, la situación es crítica. Comienzas a pensar que ella va a creer que te pasa muy a menudo.
Le dices el consabido: “pues no me pasa nunca”. Lo que es peor, porque entonces ella puede agobiarse pensando que no es lo bastante atractiva para excitarte. Eso puede ser lo que la disuada de volver a intentarlo contigo, no el fallo puntual, sino tu forma de reaccionar.
Cuando ocurre uno de estos gatillazos, lo mejor es tomárselo con calma, ella sabe que estas cosas pasan, y no le va a dar tanta importancia como tú. Unas caricias cariñosas (valga la redundancia), un poco de conversación, y, una vez más relajado, la sangre fluirá en la dirección adecuada y estarás en disposición de terminar la faena.
Otra opción es practicar a la pareja un poco de sexo oral; una buena estimulación manual o bucal le dará placer, y probablemente te proporcionará el tiempo, la confianza y la excitación adicional que te devuelva la erección.
Soluciones a la disfunción eréctil habitual
Por mucha vergüenza que te pueda dar, consulta con tu médico; él está acostumbrado a recibir pacientes con este problema, y sabe cómo ayudarte.
El Viagra ha sido revolucionario porque ha permitido a muchos hombres, especialmente los de más edad, recuperar la capacidad de conseguir y mantener una erección. Sin embargo, es importante recalcar que sólo un profesional médico tiene la preparación y la capacidad de analizar tu caso particular para recetarte o no éste o cualquier otro medicamento.
Mucha gente piensa que la famosa pastilla azul es un excitante, un afrodisíaco, un juguete… algo que nos puede servir para cumplir las fantasías que vemos en las películas porno. Pero no es así: como todo medicamento, puede tener efectos secundarios, tiene una dosis y unas recomendaciones de uso que no podemos tomar a la ligera.
En cuanto al tratamiento de disfunciones eréctiles causadas por cuestiones psicológicas o emocionales, es igualmente importante contar con un sexólogo profesional. La omnipresente técnica de “focalización sensorial”, consiste (resumidamente) en sustituir el coito por prácticas menos directas (besos, caricias), a las que, día a día se van incorporando progresivamente otras más centradas en los genitales.
Este tratamiento es utilizado como el “3 en 1” o navaja suiza de los terapeutas sexuales. Igual vale “para un roto que para un descosido”, y es recomendado en casos de eyaculación precoz, anorgasmia y otros que ahora no recuerdo.
Por algo será; quizá porque tradicionalmente hemos reducido tanto la expresión sexual al mero genitalismo, que resulta necesario recordar que hay más, mucho más, en una relación sexual plena y satisfactoria.
Tener un fallo en la primera relación no es preocupante, creo que cualquier mujer de hoy en día lo entenderá. Lo preocupante es si ese fallo se repite cada vez que tienes relaciones con la misma persona. Si no se habla de ello y no se busca solución, el tema generara conflictos entre la pareja. La mujer se puede sentir culpable, a parte de frustrada y eso no ayudara a que el hombre se excite con facilidad, y hará que falle la siguiente vez, por tener más presión, si cabe.
Teniendo en cuenta que la mayoría de las veces, es un problema con solución, creo que es para animarse e ir a un profesional (medico o psicólogo). Hay que superar esas vergüenzas iniciales, porque no deja de ser un pequeño problema, que solo se hace grande si no se busca ayuda.
Las relaciones sexuales no implica que tenga que haber penetración, así que mientras solucionamos los problemas de erección, siempre se pueden ir haciendo otras cosas para satisfacer a la pareja.
(no es necesario registro).
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