A veces no pillamos la ambigüedad en aquello que leemos, nos empeñamos en leerlo al pie de la letra y no buscar más salidas. Seguramente con este chiste que nos ha enviado Luis, os va a pasar eso :-D
Un hombre que trabajaba en una fábrica de enlatados le confesó a su mujer que estaba poseído por una terrible obsesión: Introducir su pene en la cortadora de pepinos. Espantada, la esposa le sugirió que consultara con un psicólogo.
El marido prometió que lo pensaría, pero todos los días le repetía a su esposa la misma historia, hasta que ella, harta, un día le dijo:
- ¡¡Pues mételo y no me fastidies más !!,.. Es tu problema.
- ¿Qué pasó, querido? - Le preguntó la mujer, ...
- ¿Te acuerdas de mi obsesión por meter el pene en la cortadora de pepinos?
- ¡Oh, no! - Gritó la mujer -- ¡Dime que no lo hiciste!
- ¡Sí, si lo hice, lo hice !,....
- ¡Oh, por Dios!, Y. ....... ¿Qué pasó ?,...
- ¡Me despidieron! - Respondió el marido.
- Pero .... y, .. ... eh .... . Que pasó con la cortadora de pepinos ¿te hizo daño ?,..
- ¡No, no .... También a ella la despidieron.
- ¿Te acuerdas de mi obsesión por meter el pene en la cortadora de pepinos?
- ¡Oh, no! - Gritó la mujer -- ¡Dime que no lo hiciste!
- ¡Sí, si lo hice, lo hice !,....
- ¡Oh, por Dios!, Y. ....... ¿Qué pasó ?,...
- ¡Me despidieron! - Respondió el marido.
- Pero .... y, .. ... eh .... . Que pasó con la cortadora de pepinos ¿te hizo daño ?,..
- ¡No, no .... También a ella la despidieron.
(no es necesario registro).
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