20 cosas que los Hombres ABORRECEN de las Mujeres

   Ya hemos visto en anteriores entradas las lista de las 20 cosas de las mujeres que le encantan a los hombres y la de las 20 cosas que los hombres adoran de las mujeres, ambas extraídas del libro El Sexo contado con sencillez, de la sexóloga Pilar Cristóbal.

  Hoy cambiamos de humor y vamos a analizar las 20 cosas que los hombres odian de las mujeres. ¿os atrevéis a leerlas, chicas?

1. los “michelines”
   
2. mal gusto a la hora de vestir
   
3. pasividad en la cama
   
4. que muerdan o arañen
   
5. la intuición femenina
   
6. la falta de lógica
   
7. las lágrimas
   
8. excesiva sumisión
   
9. que se comporte como una lapa
   
10. que sea regañona
    
11. que fume
    
12. que beba en exceso
    
13. que coquetee con otros
    
14. la obsesión por el orden
    
15. la obsesión por la limpieza
    
16. que se ponga su ropa (la de él)
    
17. que llegue tarde
    
18. que sea cotilla
    
19. que sea feminista integrista
    
20. que le pegue

Al igual que comenté en la lista de lo que más adoraban, Pilar Cristóbal no indica la fuente usada para confeccionar esta lista, y supongo que la ha creado basada en sus lecturas, pero de forma bastante libre y sin pretensiones científicas. De hecho, aunque esté numerada en el libro, el orden parece ser temático y no representativo de la importancia relativa de cada aspecto.

  Hoy tenemos una lista más suculenta, y podemos ir directos a la yugular, aunque con miedo de las represalias de Jane cuando Ferr Doktor publique la lista de lo que ellas odian de nosotros.

   Lo primero que me llama la atención es que en las listas de lo más positivo, tanto hombres y mujeres destacaban 4 características de belleza física. Así que me cuesta creer que sólo se cite 1 como negativa. ¿que hay de los pechos caídos, el bigote o el vello en las axilas?

   Absoluta supremacía de comportamientos, pues, y no de aspecto físico (sólo los michelines y el mal gusto al vestir. Alegría pues de las menos agraciadas, que sólo deben preocuparse de adaptar sus actitudes a las deseadas por los varones. Olvidaos del bótox y la liposucción (bueno, de ésta no), y concentraos en cuidad vuestras formas. Un nuevo yacimiento de empleo para las “escuelas de señoritas” y una oportunidad para los emprendedores.

¡Algunos michelines están muy bien!

  Sobre las adicciones: ni fumar ni beber en exceso. El tabaco, ahora en el punto de mira en España tras las leyes antitabaco en lugares públicos que han demostrado no ser capaces de acabar con la hostelería como anunciaban los apocalípticos entre nubes de humo. Los bares siguen llenos, y ni la crisis ni la prohibición de intoxicar al vecino nos disuaden de seguir viviendo en la calle, como buenos latinos que somos.

   Lo curioso es que, precisamente, era entre las mujeres donde los últimos años se estaba detectando un mayor incremento de la población fumadora, que contrastaba con una bajada general. Es decir, que los hombres se estaban desintoxicando a marchas forzadas mientras ellas tomaban gozosas el relevo. Pues ya sabéis, chicas: molaba Humphrey Bogart con su cigarrillo, pero Lauren Bacall no se comerá un rosco besando con sabor a Ducados o Winston.

  Lo de “me llamo Luci y soy alcohólica” nunca ha sido la mejor forma de ligar con un chico, y aunque siempre se ha dicho que “mejor borracho conocido que alcohólico anónimo”, y los varones intentaban subir el grado etílico de las chavalas para que se desinhibieran, ahora es causa de despido procedente.

Predecibles eran “pasividad en la cama” y “excesiva sumisión” (éste no tanto). Ya vimos que a los chicos les van las mujeres que “toman la iniciativa” y que son activas sexualmente. Pero sólo con nosotros y no con el butanero, claro; de ahí que no queramos “que coquetee con otros”.

   No podían faltar “la intuición femenina” y “la falta de lógica“. Eso de que las mujeres sean un poco brujas nos puede venir bien si se trata de “pillar” las aviesas intenciones de un rival, pero nos viene fatal cuando volvemos a casa a altas horas de la madrugada alegando que la reunión del trabajo se alargó. La falta de lógica parece estar en consonancia con eso de que las mujeres son de la Luna, a diferencia de los hombres, que somos más solares. Habrá que preguntarle a los centenares de miles de mujeres preparadas en temas científicos cómo se las arreglan para aprobar los exámenes de matemáticas y física. No creo que todas se hayan tirado al profesor.

  Lo más preocupante es que haya hombres inquietos porque ellas “sean regañonas”, “muerdan o arañen”, o incluso “que les peguen”. En plena vigencia de la Ley de Violencia de Género, en España los hombres podemos salvarnos poniendo una denuncia en el teléfono 016. Lo extraño es que, además de los michelines, no estemos asustados por la musculatura de nuestras chicas.

  Otros clásicos son: “las lágrimas” (salvo si son de agradecimiento por nuestra gran faena en la cama), “que se comporte como una lapa” (una vez terminado el polvo, que corra el aire), “la obsesión por el orden y la limpieza” (cuando les pedíamos que fueran limpias no nos referíamos a que nos obligaran a limpiar a nosotros), “que se ponga su ropa” (la de nosotros, aunque verla por la casa sólo vestida con nuestra camisa tiene su morbo), “que llegue tarde” (quizá por lo que tarda en ponerse guapa), “que sea cotilla” (no vaya a contar lo del gatillazo; sí, en singular).

   Dejo para el final la de “que sea feminista integrista”. Tengo la impresión de que este es un problema del pasado. Supongo que los valores ya son bastante integradores: el machismo radical es algo del pasado, y por tanto, el feminismo integrista ya no es necesario.
  Pero probablemente esa liberación femenina haya traído de rebote cierta asunción de comportamientos masculinos tradicionales que no encajan con los deseos tradicionales de las mujeres y que parecen reflejarse en la lista de lo que ellas desean de nosotros.

En fin, como éste es un berenjenal bastante amplio, será mejor dejarlo para otra ocasión…

Lo del mal gusto vistiendo me ha dejado a cuadros, teniendo en cuenta que la mayoría de los hombres nos piden opinión para ver qué se ponen ellos. porque no saben combinar; ahora resulta que abundan los expertos en moda femenina y saben si tenemos buen o mal gusto?? Vamos, anda!!! Me deja KO.

Otro gran tema es el de la limpieza y el orden, ahora va a resultar que los hombres les gusta que seamos unas guarras, tengamos la casa llena de pelusas y manchas y las cosas tiradas por doquier. Lo que a ellos les molesta es que les digamos que no manchen, que recojan y que hagan determinadas cosas básicas, como mear dentro de la taza del WC.
Cosas que no deberían necesitar que nadie se lo recordara, y hacerlo sin más. Si tanto les molesta que se lo digamos, porque puñetas no lo hacen sin más? si es lo mínimo para vivir con cierta higiene. Recoger sus propias cosas y ser medianamente limpios.

El tema de la cama es... lo que quiero no me lo dan y lo que me dan no lo quiero, es quejarse por vicio y costumbre. Hombres!

Lo de ser una lapa, creo que es algo que se les ha pegado a ellos, sobre todo en la jubilación, esa época que ellos se encuentran desubicados y solo repiten "cariño, te puedo ayudar a algo?... cariño, voy contigo al mercado???". En fin, a mi tampoco me gusta que me agobien, el espacio vital tiene que respetarse, no por ello dejas de querer a tu pareja, tan solo quieres hacer algo sin tenerlo pegado al culo.

SERIE 20 Cosas que...:

• 20 cosas que las Mujeres ADORAN de los Hombres
• 20 cosas que los Hombres ADORAN de las Mujeres
• 20 cosas que los Hombres ODIAN de las Mujeres
• 20 cosas que las Mujeres ODIAN de los Hombres

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