El Lunes de Aguas y el Padre Putas

Salamanca, tierra mía, de arte y sabiduría eres joya sin igual
  Con esas palabras cantaba Rafael Farina (letra y video) a su amada Salamanca (España): esa preciosa ciudad monumental Patrimonio de la Humanidad, con 2 catedrales y 3 universidades (la Civil, la Pontificia y la UNED-a distancia-).



Fachada de la Universidad.
¿encuentras la rana?

   Cuna del saber, con la universidad más antigua de España (año 1218), llamada “Roma la chica” por su esplendor monumental, y  de la que siempre se ha dicho: “el que quiera saber, que vaya a Salamanca”. Y también el que quiera comer, por su gran gastronomía.

  Ciudad marcada por la universidad desde ese siglo XIII, carente de toda industria y líder de paro, también tiene una vida nocturna que ya quisieran ciudades mucho más pobladas.

  El elevado índice de jóvenes estudiantes deseosos de olvidar por unas horas los libros, consigue llenar los bares de copas, haciendo que Salamanca sea también líder en la fiesta, donde a los 30.000 estudiantes, muchos de ellos procedentes de otras provincias, se les añaden los jóvenes de ciudades cercanas que conocen y aprecian la fama de la fiesta salmantina.

La Cuaresma y la prostitución
  Y de fiestas vamos a hablar hoy, porque este día se celebra el “Lunes de Aguas”, festividad que procede del siglo XVI.

  En esa época, la prostitución en la ciudad deslucía y desvirtuaba la celebración de la Cuaresma, en la que los varones salmantinos no debían ser seducidos por el vicio y el pecado.

Catedral de Salamanca y Puente Romano.
¿por qué cruzar el río en barca teniendo este magnífico puente?

  Por eso, el rey Felipe II promulgó unas ordenanzas según las cuales el Miércoles de Ceniza las furcias debían ser llevadas al otro lado del río Tormes, para mantenerlas apartadas de la población hasta el final de la Semana Santa.

Allí eran custodiadas por El Padre Putas, que era el nombre vulgar que recibía el cura encargado de cuidarlas y atenderlas durante todo el año. Este cargo tan curioso fue establecido por el príncipe Juan, hijo de los mismísimos Reyes Católicos, durante su estancia en la ciudad.

El Lunes de Aguas
  El Lunes siguiente al de Pascua (este año cae el 2 de Mayo), el Padre Putas conducía a las meretrices de regreso a la ciudad, cruzando el río en barcas, jalonado y vitoreado por una muchedumbre de estudiantes que sin duda las echaban muchísimo de menos.

Hornazo de Salamanca. ¡Riquísimo!
No apto para anoréxicas.

  Como en Salamanca la fiesta no debe quedar por detrás de la devoción por los libros, los estudiantes aprovechaban la ocasión para disfrutar de la compañía de las chicas de mala vida en las orillas del río, cantando, bailando, bebiendo y comiendo con ellas para celebrar su retorno.

   En aquella época no había botellón, ni se tomaba calimocho, así que seguramente los aprendices de abogado o lingüista empinaban sus botas de vino mientras se abandonaban a los placeres de la carne.

  Me refiero a que comían el tradicional hornazo, una empanada rellena de la magnífica carne y embutidos salmantinos, símbolo de la fiesta del Lunes de Agua y excelente para acompañar una tarde de campo.

La Fiesta hoy en día


Cartel del
Lunes de Aguas

   Y así llegamos a la actualidad, donde, independientemente de la presencia o no de prostitutas, los jóvenes estudiantes salmantinos reciben a los que regresan de sus provincias de origen, y todos ellos se dirigen a los alrededores de la ciudad y a las fincas municipales para disfrutar de un agradable y festivo día de campo.

  En la ciudad sólo se trabaja por la mañana, para que las familias se puedan reunir y pasar la tarde comienzo hornazo, bebiendo sangría (refrescos para los menores), jugando y charlando…

  ¿Y qué fue del Padre Putas? El original se ha quedado en paro, como la mayoría de la población, pero en muchas fiestas, el principal personaje de los “cabezudos” que persiguen a la chiquillería es El Padre Lucas, un modo eufemístico de referirse al popular clérigo que acompañaba a las meretrices en el cruce del río Tormes.


Curiosamente no es una historia muy conocida. Los salmantinos la celebran sin saber de dónde viene ni el porqué de dicha tradición.

Lo más triste es que la mayoría de las veces hace honor al nombre y pasas mucho frio comiéndote el hornazo, como el que no pasaste en todo el invierno. Pero todo sea por la tradición: hay que estar en el campo. Eso sí, el año que hace bueno, pasas un día estupendo!

Sorprende venir un día como hoy a esta ciudad porque la encontraréis vacía, y da la sensación para quien no sabe qué ocurre, de si habrán llamado con un aviso de bomba, viendo como los salmantinos salen en masa: andando, en coche, bici, etc fuera de la ciudad.

Os animo a venir y comprobar esta tradición tan peculiar y divertida. Ya sabéis la fecha y la historia, ahora ya no tenéis excusa.

¿conocías este festejo?
Comenta y lee los comentarios de otros lectores
(no es necesario registro).