La prostitución en España: calculándolo según Fermi

Enrico Fermi era un físico italiano conocido por el desarrollo del primer reactor nuclear y sus contribuciones al desarrollo de la teoría cuántica, la física nuclear y de partículas, y la mecánica estadística.

Era conocido por su habilidad a la hora de hacer cálculos con escasos datos. Uno de ellos fue el cálculo que hizo sobre cuántos afinadores de pianos  podría haber en Chicago.

Y si os preguntáis por qué hablamos de él en un blog como el nuestro, la respuesta es fácil: Javier nos ha hecho un cálculo sobre las prostitutas que puede haber en España, usando el mismo método que Fermi usó para calcular los afinadores de pianos.

Enrico Fermi, el italiano frío y calculador,
posando junto a su iPad.

Primero la población española: Unos 46 millones dice la Wikipedia.
Pero claro, no toda la población española dispone de un "piano". Las mujeres no tienen, y me imagino que los bebés no necesitan que "se lo afinen".
Por tanto vamos a coger la población laboral masculina "hombres entre 16 y 65 años", que aunque no me imagino a un crio de 16 años acudiendo a una profesional, al menos es un dato fiable y "parecido" al que estamos buscando.

Tenemos, por tanto, que en España hay, según la EPA, unos 18 millones de "pianos que necesitan afinarse".

Vamos a suponer que de cada cuatro españoles que necesitan este servicio, tres recurren a "una aficionada" (hay mucha competencia desleal) y uno acude a una afinación "profesional" (las cifras estiman que es un 8 %. Hemos supuesto un 25% para ir sobrados).

No vamos a tener en cuenta a los que prefieren "otro piano" (hasta un 20% dicen algunos), curas o gente con el instrumento estropeado (que haberlos haylos), gente con objeciones religiosas (éstos me temo que en la práctica son pocos) y algunos que son muy "manitas" por lo que se apañan solos.

Por tanto podemos concluir que aproximadamente se necesitan afinar en España unos 4,5 millones de pianos "profesionalmente" (que muchos me parecen).

Supongamos que cada piano necesita ser afinado una vez a la semana, lo que a 100 euros por afinación (de media) suponen unos 400 euros mensuales por piano. En un país de mileuristas me parece mucho, pero es mítico el virtuosismo español en estas lides.

4.500.000 pianos, * 52 afinaciones al año = 234.000.000 afinaciones al año (tirando muy por lo alto).

"Afinadoras" buscando "pianistas"

Supongamos que una "afinadora" trabaja 8 horas diarias (como cualquier currito) y que tarda una hora por afinación (poniendo por lo alto). Como tampoco creo que los clientes hagan cola, habrá días con poca clientela, la trabajadora pillará vacaciones y alguna indisposición para su profesión habitual.

Supondremos unas 6 afinaciones diarias de media (muy por debajo de las 30). Tampoco podemos suponer muchas menos pues no ganarían para amortizar la infraestructura, pagar al personal de seguridad y dar la comisión a su representante.

6 afinaciones diarias * 365 días al año = 2.190 afinaciones anuales por profesional.
234.000.000 / 2.190 = 106.000 afinadoras.

Fijaros que hemos hecho los cálculos con supuestos muy optimistas (muchos clientes, mucha demanda y baja productividad de las "afinadoras") .

Por tanto en España hay unas 100.000 afinadoras como mucho (y estamos contando a TODAS, sean artistas callejas, estén en la tienda de música o sean freelance que trabajan a domicilio).

Haciendo los cálculos con números más realistas estimo que la realidad debe estar en la tercera parte.

El Lunes de Aguas contábamos una tradición que celebraba cómo volvían las prostitutas a la ciudad después de Cuaresma hace unos siglos y hoy hemos hecho un cálculo a ojo de las que ahora deben andar por el país. 

  De todos es sabido que la prostitución es un problema grave, dado que en muchos casos, las mujeres (u hombres) que la ejercen lo hacen obligad@s por su situación personal (pobreza extrema, drogas, etc), o  simplemente amenazadas de muerte.

  Así que espero que a nadie le parezca mal que nos permitamos tratar el tema de un modo humorístico, sin pretender molestar u ofender a nadie. Si el mismo Woody Allen se ha permitido hacerlo, nosotros, aunque con mucho menos talento, creemos tener el mismo derecho.

Estudiar para prostituta/o

  Dicho lo cual, uno se pregunta si, para los casos que no entren en las situaciones antes citadas, los que quieran dedicarse a esta "carrera profesional" no tendrían derecho a una formación adecuada, reglada y financiada por el estado de bienestar.

  Qué podría ser definido como bienestar con más justicia que estas prácticas, siempre entre adultos y con pleno consentimento, claro. También sería importante para los profesionales estar-bien. Si no, poco éxito tendrían.

  Supongo que definir las materias a impartir sería objeto de polémica; seguro que la Iglesia saldría a la calle para atacar virulentamente cualquier postura (valga la expresión). A otros les bastaría con dar la espalda (¡pillines!).

  Imagináos el horario de clases: a primera hora, Introducción (esta sería troncal, desde luego), después Kamasutra II, y por la tarde, Anticonceptivos Orales (con duración de 60 minutos, claro).

  Los idiomas serían muy importantes, especialmente el Francés y el Griego. Y habría optativas que podrían impartirse en Geología y/o Medicina como "Polvos", en bares de copas (Striptease) en gimnasios (Contorsionismo), o incluso pabellones deportivos (Orgía III).

  En cuanto a la seguridad, habría que aprobar Análisis (del SIDA, por ejemplo).

  Lo más complejo serían las prácticas. Seguramente habría gigantestas colas para postularse a conejillo (de Indias, no el de Playboy). Muchos intentarían sobornar a los profesores para que no aprobaran a lo@ estudiantes más dotados. Sería la manera de disfrutar de sus prácticas año tras año.

  También serían conflictivas las pruebas de acceso. Las plazas para formar parte de los tribunales que deberían examinar a los candidatos serían muy codiciadas.

  ¿Y qué decir de los trabajos fin de carrera? Mejor os dejo que los propongáis vosotros:




¿qué opinas tú? Comenta y lee los comentarios de otros lectores
(no es necesario registro).