¿Por qué espiamos los emails y sms de nuestras parejas?

Una noticia habitual en los últimos años sobre las relaciones de pareja es ésta: que nuestros correos y sms están siendo revisados por nuestra pareja cuando no les vemos. 

¡Nuestra pareja nos espía!

Los diferentes estudios que se han hecho del tema divagan de una cosa a otra, cuando la verdadera razón es  la desconfianza. Cuando tú confías en tu pareja, no se te ocurre pensar que detrás de unos sms o de unos correos electrónicos haya algo más que amistad o trabajo.

¡Estoy que muerdo!

Si lo haces, es porque tu relación de pareja no funciona, o porque él/ella te ha dado razones para desconfiar.

Pero ¿te ha dado razones o tú crees verlas donde no las hay?

Realmente ¿merece la pena poner en peligro vuestra relación por cotillear en sus cosas personales? quien lo hace se ha planteado ¿cómo te sentirías tú si él/ella lo hiciera?.

Si la desconfianza te hace dar ese paso de hurgar en lo ajeno, quizás es el momento de plantearte agarrar el toro por los cuernos. Sentarte frente a él/ella y preguntar directamente, hablar de tus dudas, de tus miedos y esperar qué sale de esa conversación, de sus respuestas.

Si una vez hecho ésto, sigues con la desconfianza en tu cabeza, piensa en que quizás el mejor camino es seguir cada uno por un lado diferente.

Si es verdad que te engaña, ¿por qué continuar con una relación que no funciona?.
Si es mentira, pero estas empeñado/a en ello, sus respuestas no te han tranquilizado y no crees lo que te ha dicho, tampoco es que tengáis mucho futuro. Tu actitud a la defensiva y tu forma de actuar harán que la relación se rompa más tarde o más temprano.

No siempre los celos son fundados, pero tanto si los son, como sino los son, no son la mejor base para una relación: pareja, profesional, amistad, etc. Los celos rompen cualquier tipo de relación.

¡Me habré manchado con el ketchup!

Algunos hablan que con las nuevas tecnologías se están rompiendo muchas parejas. No nos engañemos, celos y resquemor ha habido siempre. Antes se miraban otras cosas, ahora otras.
Antes se revisaban los bolsillos/bolso de las parejas para ver si tenia alguna nota, alguna huella de una persona del otro sexo. Se buscaba si dentro de sus pertenencias personales había algo nuevo y que no sabíamos de dónde había salido.

Ahora tenemos “otros bolsillos” en los que buscar algo, nada más. La cuestión es, para aquellos que lo hacen, es si realmente merece la pena estar con alguien en quién no confías y de quién dudas.







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