El olor en el sexo oral

Hemos hablado de lo que les gusta a los hombres en el sexo oral. Cómo se hace un cunnilingus. Y cómo afectan los olores a la hora de mantener relaciones sexuales.

Pero ¿cómo vemos nosotras el sexo oral? ¿nos gusta?.

La mayoría no parece disfrutar con esta práctica, porque ella misma se pone trabas. El olor es una de las primeras cosas que hace que se evite. A ésto hay que añadir que los ruidos que hacen los fluidos vaginales junto con la boca de la pareja hacen que corten su disfrute. Olvídate del ruidito, desconecta.

Lo primero, hay que quitarse la obsesión de que ahí abajo huele mal. Huele a lo que huele, es inevitable. Lavarse muy a menudo sólo nos llevara a coger infecciones más frecuentes, ya que estamos quitando las defensas que crea el propio cuerpo. Con los pies nos pasa lo mismo, hasta de recién lavados huelen, pero no por ello los estamos lavando varias veces al día. Lávate, pero no más que el resto del cuerpo, igual.

¡ñam, ñam, qué rico...!

Cuando un hombre con quien mantienes relaciones sexuales, va bajando entre caricias y besos hacia tu clítoris, que se te quite de la cabeza que él piensa que huele mal o que le causa repulsa. ¿Le has apuntado con una pistola para que te acariciara de esa manera? si a esta preguntas contestas con un no, relájate y disfruta cuando te ocurra. Lo más probable es que lo que a tí te parece mal olor, a él le parezca un aroma delicioso. Ha ido allí sin que nadie se lo pidiera, sólo puede ser porque le gusta hacerlo.

Si te obsesiona el olor, una buena solución es darte una ducha “antes de”. En apenas unos minutos puedes estar lista para disfrutar de todo aquello que él está dispuesto a darte.
Si no quieres ser muy  brusca cortando  un momento intimo, propón la misma ducha conjunta, como preliminar.

Y ya que estamos con el olor, ¿no os habéis planteado el sabor?. Somos lo que comemos.
Dan buen olor y sabor: la canela, la fresa (animo!! ahora es la época), melón, piña,etc
Y no tan bueno: esparrago, alcachofa, brécol, tabaco, alcohol, etc.

Las cosas que nos obsesionan suelen estar sólo en nuestra cabeza, no existen en la realidad, ni en tu realidad, ni en la de él. Trata de mantenerlo al margen y disfrutarás más.

  Ah, el olor y el sabor...

  Creo que son los sentidos más antiguos a nivel evolutivo (bueno, quizá haya que incluir el tacto). Y me parece haber leído alguna vez que son los que se procesan de modo más automático, más instintivo,  mediante el cerebro límbico, el reptiliano.

  Es decir, que son menos tratados por la corteza cerebral, la parte más propiamente humana y racional del cerebro. Por ello, la influencia de olores y sabores en nuestra conducta es más impulsiva y menos consciente.

  Asociamos el olor corporal de alguien a ésa persona en particular, de modo que al estar con él, nos trae recuerdos de lo que hemos vivido juntos. Desde luego que los perfumes juegan su papel, pero al final, hasta los aromas artificiales se ven modificados por el olor de su portador.

  En el caso del olor de los genitales, es de esperar que nos recuerde instintivamente nuestros encuentros sexuales con esa persona. Eso nos puede servir como un elemento excitante, disponiéndonos para "la acción".

  Como muy bien dice Jane, a veces el olor y el sabor genital nos parece repulsivo. La falta e higiene no ayuda precisamente. Tampoco la educación rígida y equivocada que presenta el sexo como algo sucio o reprobable.

  A los hombres (al menos a la mayoría)  no nos desagrada el olor femenino. De hecho, como estamos más salidos que la punta de un botijo, si lo olemos es que estamos suficientemente cerca, y eso presagia que se aproximan momentos muy interesantes.
  Y cuando eso ocurre, todo la sangre que regaba el cerebro se concentra en otro punto de la anatomía masculina ;-), por lo que dejamos de pensar racionalmente, y ya no podemos estar pendientes de detalles como el olor o el sabor.

  Por la presencia de fluidos corporales, los genitales femeninos huelen más que los masculinos, y tradicionalmente se suele describir ese aroma como de pescado (consideración negativa) o de marisco (consideración más positiva).

  Lo importante es que, con la higiene adecuada, no se llegue al olor del pescado que ha sobrepasado su fecha de caducidad.


¿qué opinas tú? Comenta y lee los comentarios de otros lectores
(no es necesario registro).