La reconquista del día a día

jane-dice
En líneas generales, yo creo que todos tenemos muy claro lo que tenemos que hacer cuando una relación de pareja se vuelve monótona. Pero nos da pereza hacer algo al respecto.
Tampoco se trata de hacer juegos malabares o de prepararse para unas olimpiadas, así que debemos plantearnos que un pequeño esfuerzo cada día, puede valer la pena. ¿No estáis de acuerdo?

orquídea
eres mi flor más preciada
Empecemos por pequeñas cosas. Desde dejar un mensaje en su buzón de voz, a una nota en su bolsillo. Alguna frase cariñosa que les haga sonreír cuando la encuentren, pero que sea lo suficientemente privada para que no la vean en toda la oficina, que sepamos que fijo va a ser nuestra pareja quien la encuentre. No requiere ni mucho tiempo, ni gran esfuerzo y puede llegarle a la otra persona de una forma muy eficaz.

Cuando hacemos la compra en el supermercado, sabiendo que lo que hay en esa estantería va a encantar a él/ella, ¿por que no tener un pequeño detalle? Y en esa feria del libro, donde esta un libro de su autor favorito que todavía no ha leído, por qué no regalárselo?.

Tampoco se trata de agobiar o de que sea unilateral. Estas cosas se hablan primero con la pareja, que quede claro cómo nos sentimos y lo que querríamos de ellos. Tener nosotros detalles, pero también que nos mimen.

La reciprocidad es importante, y se retroalimenta y da lugar a que ambos trabajen por esa reconquista continua. No hace falta hacer un viaje romántico a Japón para decirle a tu pareja que te importa y que quieres mimarla.

  Ya que los hombres somos los de la tecnología según algunos sociobiólogos, en vez de la nota escrita, podemos enviar un bonito SMS. Eso sí, que no sea siempre del estilo a:

  • mi pilila se imagina cómo estará tu vagina
  • cuando me echas el ojo, enterita yo me mojo
  • enseguida a mí me viene cuando me metes el pene
  • quiero que empieces a imaginar por dónde te voy a dar
 Esos pueden ser graciosos y le pueden encantar a algun@s, pero también se puede poner algo mucho más fino y cariñoso. Incluso lo descaradamente cursi puede resultar gracioso a veces. 

  Como ha dicho Jane, es importante que sólo tu pareja reciba el mensajito. Si se te va el dedo cuando vas a seleccionar el destinatario, y lo envías sin darte cuenta, puedes tener a tu cuñada echándote miraditas, a tu yerno dándote azotitos en el trasero, o al fontanero haciéndote inesperados descuentos en la factura. Claro que también puedes encontrarte a tu suegra con el rodillo de amasar en la mano y con cara de pocos amigos...

  Un clásico que siempre funciona es llevarle una flor y unos churros a la cama; además los churros pueden recordar otros elementos de vuestra relación y dar alguna idea...
 Y ya que estamos en la cama, también se puede sorprender con una idea para estimularos; en elparaisodelplacer encontraréis muchas opciones.

  ¿Qué haces tú para avivar el fuego de la pasión? ¿para recordar a tu chic@ lo especial que es para tí?



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11 comentarios:

  1. Es evidente que en el mundillo de la pareja, quien requiere de más mensajes demostrativos de la efervescencia del momento suele ser la mujer. En ese mismo orden de cosas, ellas no siguen el juego de los mensajes subliminales con los churros ni las semi-sutilezas del tiempo "te vi a enseñá ande está Cuenca...". Mejor, un verso, unas palabras, unas insinuaciones, una tarde de cine, un paseo de la mano... si no es tan difícil...

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  2. A todos/as nos gusta que nos regalen los oídos, que estén pendientes de nosotros, sentir que gustas y atraes, y los hombres no son menos, quizás no son tan exigentes a la hora de pedir atención, pero a nadie le amarga un dulce.

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  3. Estimada Jane,
    Créame Vd. que los hombres son más simples que el mecanismo de un chupete y con poco se conforman, no así el género opuesto.
    Seguiremos regalando dulces a las féminas, ¿no?

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  4. Querido anónimo, mejor que dulces te sugeriría que regalaras cosas que no engorden, recuerda que nosotras nos estamos cuidando, mejor un trapito, un viaje... estoy segura que pese a vuestra simpleza a vosotros también os gusta recibir detallines así.

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  5. Anónimo, Jane: ¿Cómo que los hombres somos simples? Si acaso, somos directos, libres de falsedades e hipocresías. ¿Es eso malo?
    Al menos no nos planteamos usar el sexo como moneda de cambio (excepto los puteros, claro)

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  6. Hombre, a mi, con todo lo simple que soy, me encantan los bombones ;-). Y claro que a todos nos gusta que nos cuiden, aunque estoy de acuerdo con Anónimo en que, normalmente, el esfuerzo lo tenemos que hacer nosotros. Un amigo mío dice que el día que no seas capaz de hacer reír a tu mujer, no sufras que lo hará otro, je.

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  7. El esfuerzo tiene que venir por ambas partes, no es labor de uno solo, pero bueno, es mi opinión. Si yo quiero que me traten bien y me tengan en cuenta, yo tendré que hacer lo propio.
    Lo de la risa es fundamental, debe ser terrible "sufrir" a alguien soso y sin espíritu :-P

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  8. A mí, que me regalen jamones... que los bombones me suben el azúcar demasiado.

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  9. O' Blongo:
    Y los jamones... qué te suben? xD

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  10. Explorador, O'Blongo: ¡mientras no te suba la bilirrubina! :-P

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  11. Que me los suban a casa... que si me los dejan en el buzón, mala señal (serán lonchas de jamón de hembra, qué gracia cuando las ví el otro día)

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