Anillos de compromiso


  Pese haber avanzado mucho en la lucha de la igualdad, hay en cosas que nos hemos quedado anclados en el pasado. Me ha resultado curioso leer esta semana la noticia de la cantidad de famosas que lucen en sus dedos el anillo de prometidas.

  Dichos anillos tienen que cumplir algunas características para llamar la atención, las tres principales son: con pedrusco, grandes y carísimos.


  Ponerte a enseñar un anillo que apenas se ve, es ponerte en ridículo, se tiene que ver desde lejos y llamar la atención del personal. Supongo que se hace para levantar las envidias del personal.

  También hay que adquirir cierta gracia a la hora de portarlo y enseñarlo, no basta sólo con llevarlo puesto en la mano. Tienes que saberte colocar el pelo con gracia a la par que enseñas al personal el pedrusco que llevas puesto. Poner una postura atractiva, ayuda mucho, por ejemplo colocar la mano en la cadera a la par que luces derecha y sexy.

  Lo que me sorprende es que se siga con esta costumbre, nosotras que tanto clamamos por la igualdad y por el trato igualitario. ¿Por qué no son ellos quienes lucen estos anillos de compromiso? Yo quiero ver a Brad PittRyan Reynolds o Hemsworth, con uno, y que lo luzcan igual de bien que ellas, con posturitas y todo.

  A mi estos anillos me recuerdan a la marca del ganado, una forma de decir que eres propiedad de alguien. Y ellas al lucirlo, entran en ese trato de “esclavitud”, de taxi “ocupado”. Si hubiera reciprocidad no me importaría, pero en una época donde se busca tanto la igualdad, ¿no son un poco ridículos los famosos anillos de compromiso?

Desequilibrio no igualitario

  A primera vista, yo diría que, si se pretende mostrar públicamente una señal que comprometa a ambos miembros de la pareja, lo más lógico sería que cada uno regalara un anillo al otro.
  Si sólo es él quien tiene que regalárselo a ella, la asimetría es obvia. ¿quiere decir que él se compromete, y ella, aceptando el regalo, simplemente acepta el compromiso de él?

  Peor aún: ¿Es el desembolso económico una forma de comprar a la doncella? ¿O se trata de invertir un dinero como muestra de que "vas en serio"? En este caso, si el galán se arrepiente y anula la boda, la novia abandonada, al menos puede consolar sus penas vendiendo el anillo. Por eso, el precio del regalo reflejaría el nivel de compromiso del seductor. Una baratija no significaría nada.

  En todo caso, suena y huele a rancio, a una época en la que sólo había que felicitar al recién casado varón, porque se suponía que había conseguido un trofeo. La recién casada no debía ser fecilitada, porque daría a entender que estaba necesitada de cazar a alguien.

  Unos tiempos en los que él es el seductor y ella la seducida, él asume el rol de proveedor de bienes materiales, el sustento económico de la familia, mientras ella se reparte enre las tareas domésticas y el cuidado de los niños. En suma, el reposo del guerrero.

  ¿No habíamos superado ya esa fase?

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