Penes enormes y símbolos fálicos

    En el libro del zoólogo Desmond Morris “El Zoo Humano”, el autor del best seller “El Mono desnudo” describe las sociedades humanas, especialmente sus ciudades, como un escenario donde los individuos se comportan de maneras más propias de los animales.

  En ese sentido, Morris analiza el comportamiento sexual humano bajo una perspectiva muy curiosa. Sobre el tema del sexo iremos comentando las opiniones de Morris; hoy comenzaremos con los grandes penes y los símbolos fálicos:

Penes de 100 metros

  En las tribus indígenas de Nueva Guinea, los varones van a la guerra portando unos largos tubos que cubren sus penes, y los hacen parecen más largos. Además, para que parezcan estar en erección, los atan al cuerpo con cuerdas.

   El aumento del tamaño, anchura, dureza y ángulo del pene realza la amenaza de su portador. Pero es en el arte donde la exageración puede ser magnificada.
  Aunque en la realidad, un pene erecto puede medir unos 16 cm de largo, dice Morris que “en las estatuas fálicas, la longitud del pene excede con frecuencia a la altura de la figura”.

   Más aún, la escultura puede prescindir del resto del cuerpo humano y representar únicamente un enorme pene. En el templo de Venus en Hierápolis, se mostraban “gigantescas estatuas fálicas de casi 60 metros de altura”, pero se dice que otros antiguos falos alcanzaban los 100 metros, y eran recubiertos de oro puro.

Símbolos fálicos

  Pero no sólo se representan penes a gran escala; también cualquier objeto largo y rígido puede convertirse en un símbolo del miembro masculino. Eso, al menos, es lo que defienden los psicoanalistas, que descubren (o inventan) falos en los sueños ajenos, y lo que conscientemente intentan los publicistas con su publicidad subliminal, los escritores y artistas.

  Morris hace una larga lista de objetos que pueden ser usados y vistos como símbolos del pene:

“velas, plátanos, corbatas, mangos de escoba, anguilas, bastones, serpientes, zanahorias, flechas, mangueras de riego, cohetes, obeliscos, árboles, ballenas, postes eléctricos, rascacielos, mástiles de banderas, cañones, chimeneas de fábrica, cohetes espaciales, faros y torres.”

  Algunos objetos son utilizados como símbolos del órgano sexual por alguna propiedad específica:

• los peces por su consistencia y porque entran en el agua
• los elefantes por su trompa eréctil
• los rinocerontes por sus cuernos
• los pájaros porque desafían la ley de la gravedad
• las varitas mágicas, porque otorgan poderes especiales
• las espadas y lanzas, porque penetran en los cuerpos
• las botellas de champagne, porque “eyaculan al ser descorchadas”
• las llaves porque se insertan en las cerraduras
• los cigarros puros, porque son tumescentes

Automóviles deportivos y guitarras eléctricas

  Según nuestro amigo zoólogo, los coches deportivos son largos, suaves y relucientes, y su velocidad es símil de fuerza y vigor. Si además, son de un vivo color rojo, la analogía es completa. Es más, incluso en los automóviles normales, los hombres se vuelven agresivos y competitivos, como machos dominantes.

   En el mundo del rock, las guitarras eléctricas son un símbolo fálico por excelencia. Las guitarras clásicas o españolas tenían más marcadas las formas femeninas, “se las sostenía junto al pecho y sus cuerdas eran amorosamente acariciadas”.
  Las guitarras eléctricas han estilizado sus formas, reducido su cuerpo pero alargado sus mástiles. Además, ahora se tocan más abajo, pegadas a los genitales, y con el mástil en un ángulo más elevado.



Si las longitudes de las estatuas fálicas que cita Morris son ciertas, y no ha habido un error en la traducción de unidades, las vergas de Rocco Sifredi y similares palidecerían ante la magnificencia de los dorados penes de la antigüedad.

  En cuanto a los símbolos fálicos… ¿no será que vemos lo que queremos ver? Me suena a eso de descubrir figuras en las nubes: si te esfuerzas lo suficiente, eres capaz de ver cualquier cosa en cualquier sitio.
  Desde luego, si todo objeto alargado te recuerda un pene, o bien estás muy necesitado/a o estás “obsexionado”. Muchos psicoanalistas parecen estar en este segundo grupo, y parece que les cuesta encontrar otras motivaciones humanas aparte de la sexual.

Cars and girls

  Lo de los automóviles deportivos me parece también exagerado; desde luego, poseer un vehículo lujoso siempre ha sido una muestra de estatus socio económico, lo que puede ayudar a atraer a las mujeres (especialmente a algunas). Pero no creo que sea por su simbolismo fálico, sino por ser una prueba de que el propietario tiene una cuenta corriente saneada.

  Lo de la guitarra eléctrica quizá tenga más visos de realidad. Es cierto que se toca cerca de los genitales y que los más virtuosos recorren el mástil de arriba a abajo a velocidades vertiginosas, lo que podría verse como un ejercicio de masturbación. ¿O será que yo también me estoy obsexionando?
  Pero, en este caso, ¿qué simbolismo tiene que Jimmy Hendrix queme su guitarra? ¿o que muchos otros guitarristas las destrocen a golpes? ¿Representa la violencia de género?

Todo sobre penes:

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• ¿El tamaño del pene importa?
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