Menores como gogós

  Parece que en Madrid es la última moda: locales donde adolescentes que apenas han salido del cascarón menean sus culos y el resto de su cuerpo delante de otros adolescentes.

  Imagino que en dichos garitos no faltará algún adulto con cierta tendencia pederasta. Y sin ir más lejos los dueños del local permiten dicha exhibición. Es sorprendente que por más que salen noticias sobre arrestos de personas metidas en redes de pederastia, existan y jamás termine de vaciarse ese pozo de perversión.

  A veces me pregunto si las personas que disfrutan excitándose con niños y adolescentes tendrán hijos y si les gustaría que abusaran de ellos. Ya no me lo pregunto: es triste haber averiguado que en muchos casos no sólo abusan ellos, sino que los alquilan o regalan a las amistades para que se diviertan con los chicos.

  Al margen del delito, de la desviación sexual de quienes se excitan con niños, me provocan curiosidad los padres de las criaturas. Entiendo que es difícil controlar a tus hijos cuando salen de casa y no puedes saber  donde están y qué hacen todo el tiempo.

  Tampoco es fácil de controlar qué tipo de amistades tienen. ¿Pero hasta el punto de que se metan a Gogós y no te enteres? ¿Tan listas son estas adolescentes que en casa parecen niñas y fuera de ella mujeres? ¿No hay nada que las delate a ojos de sus progenitores?

  Para su desgracia, esas adolescentes terminarán pagando caro ese querer correr. La vida es lo que es, y transcurre en ciclos de 24 horas cada día. Un suspiro, y aunque a estas adolescentes les parezca que va tan despacio y deseen ser mucho más mayores de lo que son, se darán cuenta demasiado tarde, y se tomarán la reprimenda por haberse metido a gogós como un ataque de que el mundo no las entiende y todos estamos en contra de ellas.

  Si me estáis leyendo, creedme: tanto vuestros padres, como el resto de adultos tenemos mucho más en la cabeza que estar en contra vuestra y amargaros la vida.

Adolescentes Salidos

  Parece que con los años, la edad de obsesionarse con el sexo disminuye. Hace un par de décadas, este tipo de espectáculos serían más raros.

  Siempre ha habido gente que se siente atraída por menores de edad, aunque no sé si se puede calificar de pederastia, mientras se quede a ese nivel de simple atracción sin buscarlo, más o menos inevitable.

Adolescente muy mono babeando ante una gogó

  Que los chicos quinceañeros estén babeando por las chavalas de su edad es normal. Al fin y al cabo, las hormonas mandan y responden a la llamada de la jungla.

¿Exhibicionismo o codicia?

  Lo que puede ser más reciente es que las chicas no tengan pudor en exibir su cuerpo y sus movimientos sensuales ante la horda de adolescentes que las miran sin pestañear. ¿Lo hacen por exhibicionismo o sólo por ganr algo de dinero?


  Cada día más chicos y chicas (y no tan jóvenes) participan en el sexting, esa moda de enviar a sus parejas fotos y videos de sí mismos en poses provocativas. Material que a menudo acaba colgado en foros, redes sociales y en youtube a la vista de todo el mundo, como hemos comentado en: Sexting, envío de fotos calientes por móvil.

  En otros tiempos, para ser la reina de la fiesta bastaba llevar un vestido bonito, un buen peinado, y bailar razonablemente bien. parece que el concepto ha cambiado y ahora hay que mostrar carne y demostrar las capacidades de seducción ante el personal.

  Algunos dirán que las adolescentes "visten como putas", "van provocando", etc, como el obispo de Tenerife cuando disculpaba a los sacerdotes pederatas. En este caso, lo de la provocación está demostrado. El resto reside en la mente del voyeur.

Mi hija es virgen

  Desde luego, los padres son los últimos que se enteran de lo que hacen sus hijos e hijas. Quizá siempre ha sido así, pero ahora parece que el rango de comportamientos poco recomendables se está ampliando notablemente.

  "Mi hijo no bebe", "mi hija es virgen", "el mío no se droga"... ningún padre parece darse cuenta que ya no tiene un bebé, sino un adolescente, y que se encuentra entre los jóvenes del botellón que hacen lo posible por emborracharse rápidamente para ¿divertirse? ¿deshinibirse?. Más bien para destrozarse el cerebro y la salud.


  Bailar por dinero puede ser fuente de orgullo para los padres si tu hija se dedica al ballet clásico, al flamenco, al tango o a la cumbia, pero dudo que las aprendices de stripper que debutan en los locales de estos empresarios sin escrúpulos.

  Algo deberían hacer las autoridades: como mínimo, es un trabajo ilegal de menores.



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