Crisis PostVacacional de Pareja

   En el nº 103 de la revista Consejos de tu Farmacéutico encontramos un interesante artículo sobre relaciones de pareja, en el que habla de los problemas de pareja tras los descansos vacacionales.

Los divorcios y las vacaciones

  Las estadísticas indican que 1 de cada 3 divorcios sucede al volver de las vacaciones. Los despachos de abogados se inundan de parejas que no han soportado la tensión de pasar juntos demasiado tiempo.

  La psicóloga María Jesús Álava Reyes afirma que en verano se plantea con “expectativas poco realistas”, y que planear demasiadas actividades puede ser causa de conflicto.

  Además, las diferentes personalidades pueden afectar la convivencia: “[…]un miembro de la pareja (generalmente las mujeres) puede necesitar determinadas manifestaciones afectivas, y el otro (habitualmente los hombres), confunde afectividad con sexualidad.”

Causas de ruptura postvacacional

  Los expertos resumen en 4 las principales razones de los problemas de pareja tras las vacaciones de verano:

• Infidelidad
• La familia política
• El síndrome postvacacional
• Desgaste de la relación

  Veámoslas una por una:

Infidelidad

  La infidelidad del hombre es la principal causa de divorcio (18.6%), si bien la mujer también está subiendo en esa estadística. En ocasiones pasar más tiempo juntos facilita que se descubra una infidelidad anterior, pero si el resto de la familia se marcha de vacaciones y uno se ha quedado solo en casa(el “síndrome del Rodríguez”), tendrá más oportunidades de ser infiel sin riesgo de ser “cazado”.

   Generalmente la infidelidad se debe a la falta de comunicación y a otros problemas profundos de la pareja. Una ve cometida, la ayuda profesional puede reorientar la relación, analizando los motivos y buscando la manera de desdramatizarlo y perdonarlo.

La Familia política

  Compartir las vacaciones con la familia de nuestra pareja, especialmente si no ha sido consensuado, puede suponer un grave problema.
  Se reducen las posibilidades de realizar actividades que uno desea y de organizar el tiempo libremente, y se limitan las opciones de centrarse en la pareja.

  Los expertos recomiendan evitar estos problemas mediante una buena comunicación. La asertividad y la expresión abierta y respetuosa de nuestros sentimientos es la mejor forma de afrontarlos.

El Síndrome PostVacacional

   Según SEMFYC (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria), tras las vacaciones, muchas personas sufren “síntomas físicos y psíquicos, como tristeza o irritabilidad, que pueden inducir a tomar decisiones equivocadas”.

  La pareja es uno de los ámbitos a los que afectan estos cambios de estado de ánimo. Para superar la vuelta a la rutina, se recomienda actitud positiva y esperar al menos un mes antes de plantearse cualquier cambio importante.

Desgaste de la Relación

  Además de los anteriores, también hay otros factores de la pareja que pueden empeorar en los periodos postvacacionales, debido al mayor tiempo en común: la falta de comunicación, de amor o respeto y el desgaste de la pareja, los problemas sexuales o el cambio de rumbo vital de uno de los dos.

Este tipo de problemas no son puntuales, sino que se han incubado durante mucho tiempo, debidos a la monotonía y a la pérdida progresiva del interés por el otro. Hay que analizar si la relación es recuperable o si la ruptura es el mejor camino, pero en todo caso, es aconsejable esperar un tiempo prudencial después de las vacaciones antes de tomar decisiones definitivas.

Crisis económica + crisis de pareja

   Si una de las causas de los problemas de pareja en vacaciones es que pasan mucho tiempo juntos, y no están acostumbrados, lo mismo pasará en los hogares donde ambos están en paro.

Si a las tensiones de la convivencia diaria le añades la frustración y el desánimo del desempleo, el cóctel podría ser mortal para la relación de pareja.

El verano y la infidelidad

  El calor, el ambiente festivo y la ropa con poca tela animan cuerpos y mentes para dar rienda suelta a las hormonas. Estar comprometido con alguien puede no ser suficiente freno a los impulsos sexuales.

  La excitación de conocer lugares nuevos y la libertad de horarios debería facilitar las actividades lúdicas y mejorar las relaciones de pareja, pero a veces no es así, y uno vuelve de las vacaciones peor de como se había ido.

Sexo y cariño

  En canto a que los hombres confundimos afectividad con sexualidad, no creo que haya que verlo de un modo peyorativo. No estamos hablando de relaciones de amistad ni de trabajo, sino de parejas ya formadas. Y en ellas lo lógico es que el cariño y el placer sexual vayan unidos.
  Quizá sean las mujeres las que no sean capaces de combinar ambas necesidades. Las cifras de deseo sexual inhibido que se estiman alcanzan un 40% en las mujeres, mientras que se considera generalizada la necesidad femenina de afecto.
  Chicas, ¿qué es lo que impide ver la relación sexual como una expresión de cariño, como un paso más tras abrazos, besos y caricias?.

Bueno, no deja de ser una forma de echar la culpa de una ruptura a alguien o algo. Se podría sacar una estadística del estilo sobre separaciones después de Navidad, o por ejemplo en Valencia, después de las Fallas... la ruptura siempre viene después de una  gota que colmó el vaso. Quizás los profesionales se han dedicado a investigar más las rupturas de después de vacaciones de verano, porque es una época donde las relaciones sociales están más en la calle que dentro de casa y dan mucho juego.

Sobre la infidelidad no voy hablar, porque en esta semana voy hacerlo de forma mas extensa.

Sobre la familia política o no política, creo que es un error ir de vacaciones acompañados de ellos. Las vacaciones deberían ser para la pareja en exclusiva, como mucho que se añadan los hijos de dicha pareja. Durante el año se come demasiado tiempo el trabajo, las vacaciones deberían ser para estar con tu pareja y disfrutar de esas 24 horas que se tienen para uno mismo.

El famoso síndrome postvacacional, creo que deberíamos tenerlo superado, primero porque se da todos los años y segundo porque lo tenemos todos los lunes, cambiar de pareja o no tenerla  no va a solucionar lo mal que nos sentimos cuando volvemos a la rutina del trabajo.

Creo que la causa más importante de una ruptura es el desgaste de la pareja. No tenerse nada que decir el uno al otro, no querer estar juntos, no compartir nada con él/ella, que de repente te encuentres que es un desconocido y que no te apetece nada dedicarle tiempo.

Y ahora me pongo con el tema de la infidelidad... 

¿qué opinas tú? Comenta y lee los comentarios de otros lectores
(no es necesario registro).