Se habla de una pérdida de romanticismo en las relaciones actuales, supongo que ocurrirá como en todas las épocas, eso va más con la persona que con el momento, así que todas las épocas habrán tenido su remesa de románticos perdidos.
Cuando uno está enamorado, sólo piensa en la otra persona, quiere verla; y si no puede, pues quiere hablar con ella. Y está en proceso de conquista, busca mil maneras para llegar a ella y que siga la relación un paso adelante.
Aqui tiene una idea para su próxima vez |
Hay personas por el mundo actual que se lo curran, hasta el punto que se pasan la noche pegando post it en el coche de la chica de la cual están enamorados. Y pasar una noche en esta época del año “empapelando” el coche con mensajes cariñosos ya tiene mérito, aunque el haberlos escrito antes también le debió llevar bastante tiempo.
Vamos que al chico hay que reconocerle dos cosas, una: no le importa currarse la conquista y echarle horas, dos: no tiene miedo al ridículo.
Parece que le ha dado buen resultado y se ha salido con la suya. El único inconveniente que le veo yo a una persona que es capaz de ésto, es si después llevará bien una posible ruptura.
Porque si es igual de cansino que cuando se curra la conquista, no le arriendo las consecuencias a la pobre chica. Esperemos que llegado el caso, sepa batirse en retirada y aceptar la pérdida.
Desde luego ella tiene una buena anécdota para contar a sus nietos en caso de tener descendencia. Y seguramente le quedará una historia preciosa.
Así que parece que no se ha perdido el romanticismo en el siglo XXI, todavía algunas personas creen en él. Bonito, no?
Al menos dentro de todas las malas noticias que se leen en los periódicos encontramos una que nos arranca una medio sonrisa y nos hace creer que todavía hay amor. Ays la limerencia, que pena que se acabe tan pronto!!
Mira que hay maneras de escribir cosas bonitas a tu pareja, que resultan más ecológicas.
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Teclea tu dedicatoria y envíasela a tu ser amado (¡o a varios!) (clic para verla en grande) |
Sin consumo de papel, reciclables, no altera la capa de ozono, y no consume más energía que la de darle a un puñado de teclas y un par de clics. ¡Así da gusto!
En todo caso, lo de los post-it tiene su gracia, salvo que lo podía haber hecho un día que la chica no tuviera examen, porque, por mucho que le gustara el detalle, no creo que estuviera como para perder tiempo en ir quitando (y menos aún leyendo) cada uno de los mensajitos....
(no es necesario registro).
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