Para Antoni Bolinches, psicólogo y autor del libro "Sexo sabio" (Debolsillo), "monotonía quiere decir falta de estímulo y novedad, cuando lo que requiere el sexo es precisamente lo contrario".
No se puede confundir monotonía con estabilidad. Queremos que la monotonía desaparezca de nuestras vidas, no la estabilidad.
Una cena vestidos de forma especial |
En vez de cenar a las 9, hoy cenamos a las diez y en vez de ver una película en el sofá, apoyarnos el uno en el otro, recibir caricias de la pareja o podemos salir a dar un paseo, agarrarnos de la mano, para darnos a dar un abrazo. Digamos adiós a las costumbres!!!
Bolinches sugiere dos claves: imaginación y moderación (e incluso un poquito de frustración). Imaginación sirve para darle ese punto de color que ha perdido, esa alegría que nos falta.
Y moderación que llevará a despertar ese deseo adormecido. De este modo iremos por el camino de lograr, de nuevo, una vida sexual satisfactoria.
Una foto de nuestras últimas vacaciones |
De un día para otro no se puede conseguir. Pero tampoco nos conquistamos en nuestro comienzo como pareja de un día para otro, ni siquiera de una semana para otra, ¿verdad? Pues paciencia y con calma. No se trata de una carrera, se trata de ir recuperando cosas que teníamos olvidadas.
Tenemos una gran fantasía, pongámosla a trabajar. Lo cual no quiere decir que tiremos de cuaderno y nos apuntemos todas, busquemos algunas más en libros y dediquemos los próximos días a ponerlas en práctica. Hay que ir con moderación. Tampoco se trata de recrear escenas como si fuera un harem. En tu propia casa puedes darte el lujo de disfrutar de un baño con una luz tenue, sin prisas, caricias, etc.
Hacer trabajos manuales juntos |
El número de veces lo tenéis que poner vosotros mismos, según os vaya apeteciendo, según vaya volviendo aparecer ese deseo adormilado.
Cuatro principios que, según el experto, garantizan una vida sexual feliz: "haz todo lo que quieras, no hagas nada que no quieras, hazlo siempre desde el deseo previo y hazlo de acuerdo con tu escala de valores sexuales (o sea, aquello que te gusta y con lo que te sientes de verdad cómoda)".
¡Ah, la monotomía (o monotosuya, si es "culpa" del otro)!
Hoy en día, es difícil que nos baste cualquier estímulo. Las películas de acción cada vez tienen menos diálogo y más tiros, persecuciones y coches destrozados (si cae también algún helicóptero, mejor). Las series parece que están grabadas por cámaras con parkinson, y no hay forma de hacer casi nada en un PC, smartphone o cualqueir aparato tecnológico sin que haya 24.000 iconos animados.
Así que no es tan extraño que una pareja sienta que tiene puesto el freno cuando no hay ese hormigueo continuo de la fase de embeleso (la limerencia de la que ya hemos hablado).
Pero, como casi todo en esta vida, tiene arreglo: se trata de ir buscando ese tipo de incentivos que cita Jane.
Yo añadiría un par de cosas: por un lado, esos pequeños halagos o piropos que muestran a tu pareja que te sigue gustando, en lo físico, mental o emocional.
Y por otro, si por culpa de la crisis económica no te puedes permitir el viaje a las Seychelles, o la casa rural en paisaje paradisíaco, siempre puedes usar los cheques regalo gratuitos que hemos publicado el Dia de los Enamorados, con los que podrás sorprender a tu pareja con excitantes ideas salidas de tu fértil imaginación.
(no es necesario registro).
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