Abusos sexuales en el ejército de EEUU

Pensé que estas cosas ya no pasaban, o de pasar, que eran casos muy puntuales. También te esperas estos datos en países tercermundistas más que en la primera potencia. Parece que estoy bastante equivocada.

El país de la libertad (de violación)

“En 2009, último año del que hay datos oficiales, hubo 3.230 denuncias por acoso sexual en el ejército de EE UU, que tiene 1,47 millones de soldados en activo”. Estas cifras serán mucho más bajas que las verdaderas, ya que cuando se denuncia, el agresor suele tener el apoyo de los mandos y de los compañeros. Con semejante dato, no es fácil que todos se animen a denunciar una agresión sexual o una violación.

Los que hayan vivido esta situación de cerca, si después les ha pasado a ell@s, es difícil que se sientan inclinados a denunciarlo. La cifra dada ya es bastante alta, así que si supiéramos la real nos asustaría.

La razón me dice que si se protegiera a la víctima frente al agresor, es más que probable que dicha cifra fuera bajando con el tiempo. Por que es al contrario y se tapan estos delitos, es algo que se escapa mi entendimiento.

De esta manera solo fomentan que cada vez tenga más casos. Si el agresor se siente protegido, no solo repetirá la acción, es que animará a otros que se lo estén pensando a llevarla a cabo.

Confiesa, ladrón, ¿a cuánt@s has
violado hoy, pillín?

A esto hay que sumar que la agresión se produce en lugar de trabajo. Al no ser un empleo de ocho horas y en el que luego te vas casa, hay que añadir que las víctimas viven, comen y duermen cerca de sus agresores. No sólo te han quitado la seguridad de llevar una vida normal, les quitan su modo de vida, por lo que en muchos casos terminan dejando el ejército.

Ver cómo destruyen tu vida, arrasándola por completo, y ser testigo de cómo ascienden a la persona que lo ha hecho, debe ser de las cosas más duras que una persona pueda llegar a vivir.

Un grupo de victimas se han juntado y ha presentado una demanda por este tipo de delitos. ¡¡Olé por ellos!! espero que tengan suerte y salgan victoriosos. Fácil no lo van a tener,  el ejército usa el silencio y la represión para ocultar los casos que hasta ahora han pasado, será complicado demostrarlo, cuando se encubren tan bien entre ellos. Ojalá este tipo de noticias dejen de darse porque han dejado de pasar, no porque se oculten los delitos.


  Ah, el ejército de los Estados Unidos, esa gran institución que va liberando países de las tiranías mediante el astuto método de las bombas “inteligentes”, arrasando las infraestructuras, acaparando sus recursos naturales para luego reconstruir dichas ruinas con el dinero robado y colocar en el poder a otros tiranos, pero títeres. Y es que el único dictador bueno es el dictador que está a nuestras órdenes…

  Pero me intentaré centrar en el tema del sexo en el ejército, que es de lo que se trata en este blog.

  Los ejércitos no se distinguen precisamente por su democracia (al contario), ni por su transparencia (al contrario también).

“No preguntes, no lo cuentes”

Nos queremos, ¿y qué?

El mismo ejército USA ha protagonizado la vergüenza de obligar a los soldados homosexuales a ocultarse con la famosa Ley Clinton de “no preguntes, no lo cuentes” (1993).

  Lo curioso es que dicha normativa representaba un gran avance, puesto que antes, simplemente los homosexuales tenían prohibido el acceso al ejército.

  Con Clinton, podían ir, pero “por favor, que no se note”. De todas formas, se calcula que casi 14.000 soldados gays fueron expulsados del ejército USA al entrar en vigor la ley.

  Hace un par de meses, Obama dio una vuelta de tuerca más y derogó dicha ley. A partir de entonces, ya no tenías que ocultar tu orientación sexual.

  Pero según vemos por lo que comenta Jane, lo que ocurre en el cuartel se queda en el cuartel. Un delito debe ser perseguido en cualquier entorno, por mucho que pueda afectar a la imagen de la institución.

  Siempre será mejor dejar claro que no se permiten los abusos sexuales, y denunciar a los agresores, antes que intentar transmitir una falsa imagen de honestidad y dejar que la podredumbre corroa toda la institución.


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