¿Infiel? la mujer es más culpable que el hombre

  Aunque parece que hemos avanzado mucho en todo, hay cosas que no cambian. Cuando se produce una infidelidad, la opinión popular siempre se ensaña con la mujer. ¡Como si para ser infiel sólo se necesitara una mujer (la infiel o la amante del infiel)!

  La infidelidad se produce cuando dos personas se enrollan y tienen pareja, al menos una de ellas. A veces, las dos. Y precisamente eso es lo que ha ocurrido entre Kristen Stewart y Rupert Sanders.


  Parece que ha sido la noticia del verano. El bombazo, la faena que ha hecho Kristen a ese pedazo de novio que tiene, que gracias a su papel de Edward en la saga vampira Crepúsculo, tiene enamorada a media población femenina del mundo y no puede perdonar los cuernos que le han puesto.

  Lo que me ha llamado la atención ha sido leer que han hecho camisetas sobre el tema. No me sorprende que se haga negocio de todo, de hecho lamento que la idea no se me haya ocurrido a mí. Pero que en las camisetas digan que “Kristen es una zorra”, me parece excesivo. Todavía no he encontrado ninguna que diga que “Rupert es un pendón desorejado o un salido”.

  ¿Por qué se produce ese ensañamiento con ella y no con él?. Los infieles son ambos, ya que los dos tenían pareja. Me parece mucho más criticable lo que ha hecho él, estaba casado y tenia dos hijos con su mujer, la traición de él me parece mucho más fuerte y criticable que la de ella.


  Puedo entender que como Robert Pattinson tiene un club de fans tremendo, las chicas se sientan dolidas con Kristen y se ensañen. Aunque tampoco es muy entendible que les moleste, porque gracias a ese desliz el muchacho está libre, favor que las ha hecho. Vuelve a estar en circulación.

  Pero ¿qué ocurre con Rupert y su mujer? ¿Nadie se solidariza con esa madre de dos niños?. Ese pedazo de mujer que es guapísima, por otra parte. Uno se pregunta que si Ruper estará bien de la vista y no se habrá fijado en lo que tiene en casa. Parece que Ruper y Liberty Ross están yendo a terapia para intentar salvar su matrimonio. Pero eso no le hace menos culpable de la infidelidad.

  Así que parece que seguimos con las ideas anticuadas con respecto a este tema. Si ella es infiel, es una zorra. Si él es infiel, es cojonudo, un machote, alguien a quien felicitar por ser un fiera. Increíble, pero cierto.
  Desde luego, el tema de la infidelidad parece recurrente entre los actores y otros artistas. Y es que los rodajes cinematográficos son un claro factor de riesgo para la supervivencia de las parejas. Incluso filmando un anuncio, a veces salta el flechazo (o el apretón), y se activa la producción de marfil en la frente de la pareja engañada.

  Coincido con Jane en que la mujer del infiel Rupert Sanders es muy atractiva. Pero para carne fresca, la de la vampirita, que además de tener una cara preciosa, es un jovencísimo y jugosísimo bombón. Eso no justifica la infidelidad, pero la explica.

¿Machismo o simple arrebato de los fans?

  Si bien parece que los dardos envenenados proceden de las fans del apuesto vampiro traicionado, creo que no es tanto un tema de machismo, como de popularidad. Desconozco si la otra víctima engañada, Liberty Ross (mujer del director), es más o menos famosa, pero sin duda su club de fans no debe ser ni mucho menos tan amplio ni ruidoso como el del vampirito.

  Si fuera éste el que hubiera puesto los cuernos a su novia, seguramente los fans de ella habrían reaccionado contra él con la misma virulencia. Habrían dicho que los hombres somos unos impresentables, unos salidorros, ésto, lo otro, y lo de más allá,

Las consecuencias de la infidelidad de los famosos

  Por lo pronto, parece ser que la actriz infiel, además de mostrarse muy arrepentida y pedir perdón al hombre que afirma seguir amando, puede ser rechazada por algunas compañías cinematográficas como actriz de "Blancanieves y el cazador" y otros films.
  Estas empresas podrían castigar a la infiel de un modo que considero desmedido (de hecho, no es asunto suyo), pero que podría estar motivado por el temor a las reacciones negativas del público. No creo que Pattinson tenga tant@s fans como para bajar la recaudación de esas películas, pero aunque así fuera, denota una curiosa y amenazante censura previa a cargo de los departamentos de relaciones públicas de las distribuidoras.

  Este caso me ha traido a la mente otros sonados episodios de escarnio público por las aventuras extraconyugales de personajes populares: Hugh Grant, Tiger Woods y Bill Clinton:

• El caso del actor inglés fue especialmente sangrante, porque su desliz fue ser arrestado en plena faena con una prostituta, y un lustro después, le costó su matrimonio con la espectacular Elizabeth Hurley, aunque no pareció afectar a su carrera profesional.
• Por su parte, el golfista (esta misma palabra ya lo dice todo) y deportista mejor pagado del mundo, era un auténtico casanova, al que pillaron tras un aparatoso accidente automovilístico. Tuvo que dejar temporalmente la competición para dedicarse a vendar las heridas familiares. Se calcula que la infidelidad de Woods costó entre 5 y 12 millones de dólares a sus patrocinadores.
• El expresidente norteamericano más marchoso tuvo que confesar públicamente los trabajos no administrativos que le hacía la becaria Mónica Lewinsky en el desde entonces rebautizado Despacho Oral. Un asunto que también se sacó de quicio, gracias a la voracidad de la oposición republicana, que no sabía cómo atacar la popularidad de Clinton. Una vergonzosa confesión pública tras la aparición del vestido manchado de fluidos seminales, una colección de caras de mala leche de su mujer Hillary y unos meses de acoso mediático fue el castigo que recibió.

¿qué opinas tú? Comenta y lee los comentarios de otros lectores
(no es necesario registro).