¿Por qué se maquillan las mujeres? 1

   En el “Consultorio sexistencial, Mamá, ¿por qué
las mujeres son tan complicadas? y otras cuestiones que
nadie le respondió”, escrito por Jovanka Vaccari Barba, he leído un interesante artículo sobre la necesidad de lucirse ante el sexo opuesto.

  Comienza con un curioso ejemplo de la naturaleza:

Darwin vs Max Factor: Evolución y Estética

   El alce escocés (o ciervo gigante) era un cuadrúpedo dotado de una cornamenta tan impresionante que atraía a las hembras, al ser un signo de fuerza y vitalidad que le hacía apto para aparearse con ellas. Así pues, la selección natural fue potenciando este apéndice hasta alcanzar los 3.5 metros de ancho, y que, al renovarse cada año, requería una enorme inversión de energías y recursos que terminaron siendo una trampa evolutiva. Además, tanto cuerno impedía que el animalito pudiera moverse cómodamente por el bosque, y acabó llevándole a la extinción.

  Así que eso de acicalarse en exceso puede terminar realmente mal. Un exceso de bótox puede hacer perder la expresividad del rostro, unas tetas de tonelada y media causan daños en la columna vertebral, y un exceso de anabolizantes termina con la salud del culturista.

  En una encuesta de una universidad americana, personas de 37 culturas diferentes coincidían en los aspectos más atractivos del otro sexo. Mejor dicho, coincidían por un lado las mujeres de todas los culturas y por otro lado, los hombres de todas las culturas.

¿Qué les gusta a los hombres?

   Ellos valoran la estética: simetría facial y la proporción pechos-cintura-cadera (el famoso 70% entre cintura y caderas, que en la civilización occidental se resume en el 90-60-90). Ambos factores demuestran salud y facilidad para el parto.

  Por eso, las mujeres usan 2 estrategias para seducir al macho (cito textualmente):

• “tacones para realzar el culo, faja para disminuir la cintura y sostén para realzar las mamas”
• “labios pintados, ojos brillantes y colorete, toques que,
  acompañados por otros, dan impresión de juventud enamorada”

¿Qué les gusta a las mujeres?

  Ellas no están tan preocupadas por la belleza (o eso dicen), sino por la “capacidad nidificante”, que se refiere a la fuerza y el nivel económico necesarios para mantener “un buen nido, comida y recursos”.

  Eso explica que los machos de diferentes especies busquen rasgos visibles de salud como la cornamenta del alce escocés, la melena del león, las plumas del pavo real, etc.
  Y por el lado del status, los trajes caros (como Camps), los coches deportivos, las retumbantes motos de gran cilindrada, el Rólex en la muñeca y la muñeca en el asiento de atrás del Ferrari o la Yamaha.

  Jovanka dice que la ciencia apunta que la evolución en el físico y el comportamiento de muchas especies animales está más influido por las hembras que por los machos.
  La autora considera que, entre los humanos, los que más nos “maquillamos” somos los hombres:

“además de tirar de perfumes, gominas, rasurados o ejercicio, gustan de aparentar riqueza, posición social, nivel económico, conexiones sociales, influencia, autoridad familiar, inteligencia, cultura, poder político... y, así, ad infinitum”

  Interesante caso el de el alce escocés y sus “herederos culturales”. Qué mala leche la de la madre naturaleza que te da lo que le pides sabiendo que te va a matar.
  Eso me recuerda la atracción por lo dulce que tenía sentido cuando el ser humano vivía en las cavernas y no existían los McDonald ni el TelePizza. Las endorfinas que genera la degustación de chocolate y pasteles, nos hace sentir tan bien que estamos deseando repetir, aún sabiendo que no son recomendables para la salud de tantos obesos como pululan por el primer mundo.

   En el lado contrario, también me suena al problema de las anoréxicas y bulímicas, cuya obsesión por estar extremadamente delgadas (ellas creen que así están más atractivas) las lleva a graves problemas médicos, en incluso la muerte, además de espantar a todo posible chico interesado.

¿Estamos los hombres obsesionados con nuestra imagen?

  Pero estoy en desacuerdo con Jovanka en que seamos los hombres los que más nos preocupamos por aparentar. Al menos, hacia las hembras.

  Puede que en determinados ámbitos laborales, los hombres estemos midiéndonosla todo el día y viendo quién mea más lejos. Al fin y al cabo, el capitalismo salvaje nos obliga a ser cada vez más competitivos, sobre todo porque el paro acecha y ataca en cuanto te despistas.
  También está claro que nos gusta quedar bien ante la concurrencia del bar de copas donde babeamos ante las bellas féminas que desfilan cual modelos.

  Pero creo que está claro que son ésas chicas, que se pintan los labios, los ojos y las uñas, se maquillan la cara, se ponen ropa ajustada, minifalda, escote “palabra de honor” y zapatos de tacón, las que realmente están incluso obsesionadas con estar guapas y atractivas.

¿Quién se acicala más, ellas o ellos?

  Para probarlo, basta que pensemos en la conducta de un hombre con pareja: cuando sale a ligar (a ver si pilla carne fresca), se pone guapo y se contonea lo que haga falta para llamar la atención de ellas.
  Pero cuando sale con su chica, se pone lo primero que encuentra en el armario, y le da tiempo a leer los 5 tomos de Canción de Hielo y Fuego mientras espera que ella decida si es mejor la falda marengo o los leggings malva (colores que el chico no distingue), y si el foulard le hace juego con el top.

   Cuando ellas salen de caza, se ponen lo mejor que tienen (y lo de menor metraje textil) y se preparan como para el Juicio Final. Hasta aquí, lo entiendo.
  Pero cuando salen con su chico al cine y/o cenar, ¡¡SE VISTEN IGUAL QUE CUANDO VAN DE CAZA!!. ¿O me equivoco?  Y se ponen el tanga de encaje aunque estén seguras de que esa noche les va a doler la cabeza.

  Vamos, que no cuela eso de que somos nosotros los más preocupados por nuestra imagen. Sino, comparad las ventas de cosmética, perfumería, ropa y calzado para hombres y para mujeres. Y luego me contáis…

continúa en:  ¿Por qué se maquillan las mujeres? 2


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