Adicción a los vibradores

   Ya en otras ocasiones hemos hablado de estudios de la Universidad de Indiana, sobre masturbación, sexo oral, sexo anal y coito.

  En el periódico La Razón, famoso por eliminar manifestantes vía PhotoShop, aparece un artículo llamado Adictas al vibrador, donde se cita un estudio de la Univ. de Indiana en el que se mide el uso de consoladores y vibradores.



  Según esta estadística, utilizan consoladores el 53% de las mujeres y el 45% de los hombres de entre 18 y 60 años. Es decir, alrededor de la mitad, con algo de ventaja del sexo femenino.

¿Realmente merece la pena un iPhone?

   La razón para usarlo es facilitarse el placer sin necesidad de depender de otra persona. Por supuesto, la masturbación permite autosatisfacernos, y el uso de juguetes sexuales puede facilitarnos el trabajo.

  Aunque se tenga pareja, un dildo o vibrador aporta ventajas: está dispuesto las 24h del día, los 7 días de la semana, no se niega a ningún experimento, te permite conocer mejor tu cuerpo, y nunca falla (salvo que hayas olvidado cargar las pilas).

  El problema está en que esa relación idílica te aleje de tu pareja (actual o futurible). Si te acostumbras a usar el juguete y le coges el tranquillo, puede que tu chico te sepa “a poco”. Difícil le será adaptarse a tus necesidades con tanta precisión.

  Un aspecto habitual de todo tipo de adicciones es que te aísla de los demás, y tu vida de pareja, familiar y social, acaba resintiéndose.

  Claro que una cosa es preferir el sexo en solitario al de pareja, y otra más grave (si es que la otra lo fuera) es dejar aparcadas todas las demás actividades sociales. Si alguien no sale con sus amistades porque está enviciado matando marcianos con la videoconsola, viendo la serie “House” o leyendo novelas de terror, el problema es el mismo, aunque no se irrite la piel de los genitales.

Ftalatos y juguetes sexuales

   Otro posible problema es el uso de ftalatos, compuestos químicos usados para aportar flexibilidad a los productos plásticos. Según wikipedia:

“Los ftalatos se usan también con frecuencia en los esmaltes de uñas, adhesivos, masillas, pigmentos de pintura, juguetes de niños y en la mayoría de los juguetes sexuales.
Los juguetes de niños contienen de entre 20% a 50% de ftalatos del peso total del producto.”

  La Unión Europea está limitando su uso en los juguetes infantiles porque su similitud con las hormonas masculinas podría alterar el sistema endocrino.

   La cosa se pone difícil, especialmente para los chicos. Aunque a nosotros nos gusta mucho jugar con la alemanita (¡ale, manita!), la mayoría prefiere el coito o la felación a las prácticas individuales.
  Para los hombres, el sexo es un juego de equipo (de pareja como mínimo), aparte del placer de la conquista, etc.

vibradores según los gustos de la propietaria

   Para muchas mujeres, el orgasmo es mucho más fácil en la masturbación (con o sin juguetes sexuales), que con un hombre. Entonces, ¿para qué nos necesitan?

  Dejando aparte las ventajas e inconvenientes de la vida en común, una persona puede improvisar, sorprenderte y proponerte cosas nuevas, algo que ningún aparatito podrá nunca realizar. Salvo que venga acompañado de un completo CD-ROM multimedia a modo de manual de uso y disfrute.

   Ahora que el tabaco está contraindicado por los médicos, hasta el cigarrillo postcoital deja de ser un elemento imprescindible. ¿lo será también su prólogo, el coito mismo?

  Por otro lado, según el estudio de los de Indiana, también los hombres parecen ser consumidores habituales de los sucedáneos de plástico. Así nos evitamos aguantar a estas chicas que, en ocasiones, nos traen locos.

No conviene elegir vibradores industriales
para uso en zonas ¡tan delicadas!

   ¿Se referirán a vaginas artificiales, y/o a los mismos vibradores y consoladores que usan las chicas?

  En todo caso, no olvidéis que según el estudio de la Univ. de Indiana sobre masturbación en pareja, entre los 18 y los 50 años, entre el 30% y el 50% de las parejas se han masturbado juntas.
  Así que no debería suponer demasiado problema simultanear el placer con tu pareja y con los aparatitos.

 Pues Tarzán, os necesitamos porque así hacemos amistades, como diría Woody Allen, Lo que me mosquea es que para hacer dichos vibradores, consoladores o como los quieran llamar, utilicen un material no demasiado "sano". No te anima precisamente a salir corriendo a por uno.

 Es lógico que con la masturbación se llegue al orgasmo antes, ya que nadie se conoce mejor que uno mismo y sabe que "teclas" tocar, en definitiva. Más cómodo porque no te tienes que preocupar por nadie, de si llega o no, te auto satisfaces y después te das media vuelta y a dormir, sin más quebraderos de cabeza que coger la postura para empezar a roncar. Pero claro, es más grato llegar al placer compartiendo, no es lo mismo que te acaricien que acariciarse uno mismo, ahí se pierde mucho en "el solo". Es igual que la música, oír partes de la opera con un solo piano es bonito, pero si acompañan al tenor una orquesta entera, ya es la leche de bonito. Todo tiene sus pros y contras, no hay nada perfecto.

 En algo que me queda la duda, es saber cuantos de esos hombres son homosexuales y cuantos de ellos usan el aparato para penetrar el ano o si solo lo usan como "elemento acariciante". Me ha sorprendido el dato sobre el gran número de hombres que lo usan :-O

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