¿Cuánto tiempo pensamos en sexo a lo largo del día? 2

  Hace unos días, Jane analizaba unos interesantes datos sobre cuánto piensan en sexo hombres y mujeres. Hoy aportaré mi visión sobre el tema.
  Antes que nada, comparto con mi amada mujercita su reticencia ante este tipo de encuestas, pero pueden ser reveladoras.

¿Pensar en sexo equivale a tener ganas de practicar sexo?

  Una persona puede pensar mucho en sexo porque se dedica a ello, bien al vicio (ninfómanas o su equivalente masculino: andromaníacos o satiriacos), o a alguna de las profesiones relacionadas, sean decentes (ginecología, sexualidad, terapia, etc), o indecentes (prostitución, proxenetismo…).

  El sexo por razones laborales no parece tener nada que ver con lo que uno podía pensar inicialmente al leer el título de este artículo, que es lo que seguramente habéis pensado vosotros, amables pero morbosos lectores, así que nos dedicaremos a ello.

  Como bien indica Jane, puedes estar pensando en sexo, pero no en desear practicarlo, sino en lo contrario: “este Manolo cada día está más salido”, “María se cree que puedo echarle 4 polvos sin desenvainar, como si tuviera 18 años”, o “ya está el jefe jodiéndome otra vez” (este último caso entra más en el terreno del acoso laboral que en el sexual).

Ahora son las mujeres las que quieren sexo sin compromiso

  Según nos cuenta Jane, parece haber un intercambio de roles entre hombres y mujeres, y son ellas las que piden marcha. Ya lo decía Coz: Las chicas son guerreras, al menos a partir de cierta edad.
  ¿Será el cambio de papel social desde que las mujeres trabajan fuera de casa? ¿Será el entorno a veces super sexualizado que nos acompaña cada día en los medios de comunicación? ¿Se habrán dado cuenta al fin que el sexo es placentero y divertido?

El título anterior era broma ¿o no?

  Pero puede que todo esto no sea real; al fin y al cabo, en el mismo estudio se concluye que cuando besan, las mujeres  piensan en relaciones a más largo plazo, mientras que nosotros estamos pensando por qué agujero se la vamos a meter.
  Si los datos son fiables, podría haber una clara dicotomía entre un grupo de mujeres que se ponen su ropa más provocativa y salen de fiesta a pillar macho, y una inmensa mayoría que sigue deshojando margaritas y analizando las cualidades óptimas del príncipe azul.

  ¿Qué es lo que ves tú cuando sales a tomar una copa? ¿o entre compañeros de clase, del trabajo o de aficionados al colibrí tropical? ¿Ves mujeres lobas, hombres pulpo, babosos, borrachas, etc.? Déjanos un comentario:

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