¡Lo que NO me pone de ellos! (lo menos sexy 3)

  Siguiendo con esta serie sobre lo que no nos gusta de ellos y de lo que no nos gusta de ellas, hoy continuamos retomando lo que NO nos gusta de los hombres.

  Una cosa que no suele sacar de quicio es que ellos vayan de chulos y de perdona vidas, es una actitud muy poco atractiva. Si le unimos que muchos de los que funcionan así sólo hablan de sí mismos como si en el mundo no hubiera nada más, y se une una falta de inteligencia, tienes como resultado una mujer que sólo quiere salir huyendo.

Déjame elegir lo que quiero tomar

  Nos repatea que pidan por nosotras, una cosa que es no nos decidamos y les pidamos a ellos que pidan, pero otra muy diferente es tomarse la libertad de pedir sin preguntar y pensando que ya lo saben todo de nosotras.

Olores y Sex-Appeal

  En temas de olores, ya hemos hablado que la falta de higiene suele ser repugnante. Tampoco gusta el mal olor de aliento, si se sabe que se tiene, usa caramelos de menta, o simplemente no invadas el espacio vital de la otra persona y así no se notará. El olor a pies también resulta muy desagradable.

Con la suegra hemos topado

  Una cosa que echa para atrás a cualquier mujer, rara es la que ésto no le ocurre, es el hombre que cita a su madre para todo, se diga lo que se diga o se haga, siempre tiene en mente a su madre “mi madre dice… mi madre hace… mi madre es…”. Mal vamos, será la tónica de su vida seguir con la cancioncita y es un anti libido bestial.

Te has caído por todo lo alto

  Algo que la naturaleza no te da, como es la altura, apenas se puede hacer mucho por arreglarlo. Pero si eres más bajo que ella, quizás no deberías intentar ligar y buscar a otra más de tu tamaño.

  A las mujeres, a la mayoría, nos gusta que sean más altos que nosotras. Esta discriminación se debe principalmente a que nos gusta sentirnos abrazadas. De la otra manera, sentiríamos que abrazamos nosotras más. Y claro, no nos pone.

  Besar dejando babas cual caracol resulta muy desagradable. Procura no salivar tanto y si lo haces, ¡¡¡por Dios, no lo dejes en la cara de la otra persona!!!

En el coche

  Los que se sorprenden de ver que sabemos conducir, los que nos indican por donde ir cuando ya nos conocemos el camino hasta yendo con los ojos cerrados o los que te quieren ayudar aparcar, no es que desmotiven, es que cabrean al personal. Son ganas de querérselas dar de listos y de sacar de quicio.

  Esta claro que resulta fácil criticar a los demás, aunque más aún si lo merecen.

  Actitudes egoístas o egocéntricas, lógicamente desagradan a hombres y mujeres, y ninguno de los dos sexos está libre de ellas. Si malo es hablar sólo de uno mismo, peor aun puede ser hablar sólo de tu madre.

  Lo de pedir una comida o bebida para tu pareja es menos habitual en el caso de las chicas. Son algunos hombres los que creen que tienen o el poder de elegir por ellas, sin pedir su opinión. Quizá se sientan hombres de mundo, que van a descubrirle a ella algo que ni conocía ni siquiera imaginó.

  Otros impresentables son los que se creen mejores conductores que las mujeres (que TODAS las mujeres). Lo cierto es que los seguros de automóvil son más baratos para ellas que para nosotros, y por algo debe ser…

  Sobre los olores y el deseo sexual, puedes leer más en este blog.

  Si el tamaño no importa, la estatura sí. A ellas no les basta con tus ejercicios de abdominales, ni con tu dieta hipocalórica; necesitan que además, la naturaleza te haya obsequiado con más centímetros (de alto) que a la media. Desconozco la estatura de Don Juan Tenorio, Giacomo Casanova o Rodolfo Valentino, pero lo que está claro es que un rompecorazones como Tom Cruise no se distingue por medir mucho, precisamente. Ya sabemos que el sex-appeal de Sarkozy  y de Berlusconi era la erótica del poder.

Los tacones no son cosa sólo de mujeres.

  Lo que me ha dejado perplejo es lo de besar dejando babas. Argggg… qué asco. Una cosa es un buen lametón en el momento y lugar adecuado, y otra cosa es babear cual caracol….

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