Pese a tener diálogos y escenas divertidas, hay momentos realmente duros entre ambas parejas, que reflejan una convivencia bastante mala y un “no sé por que todavía están juntos”.
El que más ama, cede el poder al otro
Por el mundo hay miles de parejas y cada una arrastrará sus problemas, que tendrán mucho que ver con su forma de ser como personas. Pero hay algo bastante común que refleja esta obra de teatro, una frase que hace ya muchos años me dijo una amiga: “en una pareja, quien menos quiere es quien más manda”.
En estas dos parejas, la parte que más quiere es quien menos éxito tiene en el terreno laboral, quien más enganchado está a su pareja, echan de menos más amor, atención, mimos, avanzar… ir dando pasos hacia delante en su relación de pareja.
Los dos que menos quieren, que parecen tener éxito en el terreno laboral, incluso en otros campos de su vida, no parecen mucho más felices. Tienen una relación de pareja que no parece que les llene mucho, pero parece que tampoco quieren prescindir de ella, pese a todo.
En uno de los casos, la infidelidad está siempre ahí, ella es consciente de lo pendón de su pareja, sin embargo, pese a las múltiples señales, parece dispuesta a seguir junto a él. Aunque no entienda el porqué del funcionamiento de él. El porqué no la quiere como debiera quererla y la trata tan mal. Duro.
Y en el otro caso, ella le trata a él como un cero a la izquierda, sólo al final de la obra parece que se da cuenta de lo mucho que le quiere y lo mucho que aprecia que siga a su lado. Pero hasta ese momento, lo trata como si ella fuera la madre y él el hijo que no sabe hacer las cosas en condiciones. Habrá por el mundo múltiples parejas que más que parejas sean eso: relación madre-hijo.
Habrá muchas parejas que se sientan reflejadas en muchas de las escenas que se desarrollan durante esa reunión. Evidentemente es complicado poner cada uno de los problemas cotidianos, de cada pareja, en una sola obra de teatro, pero sí se ven los más repetidos en la mayoría de las parejas en la actualidad.
Parejas desequilibradas
La asimetría puede ser de cariño, respeto, implicación, y de frecuencia de deseo sexual. Los altos índices de deseo sexual inhibido (DSI) en las mujeres (alrededor de un 40%), frente a un 10% en los hombres son uno de los desequilibrios que erosionan la relación.
En ocasiones, esa diferencia de deseo puede coexistir, o incluso ser provocada por una desnivelada necesidad de afecto y de su expresión cotidiana. O al contrario, la falta de sexo puede causar déficit de cariño.
No me amas lo suficiente
Tras detectar clara y repetidamente que nuestra pareja no siente por nosotros el mismo caudal de amor que le entregamos, quizá la reacción más probable es minimizar los daños: “Si no me quiere tanto como yo quisiera, me conformaré con seguir a su lado”. Y “haré lo que sea para que no me abandone”.Es una posición defensiva muy normal cuando estás en el lado más débil de la pareja, cuando dudas de tu capacidad para ilusionar al otro, para conseguir un cambio en la relación.
En la obra, como en la vida, el más necesitado de amor también muestra síntomas de baja autoestima, de cierto nivel de fracaso laboral o profesional, carencias que causan (o son resultado de) sus necesidades insatisfechas.
Un círculo vicioso que puede llevarte a la depresión, la ansiedad, la desesperanza… y que reduce las posibilidades de cautivar a tu pareja, de mostrarte como alguien valioso, atractivo, interesante, sexy.
Precisamente en esos casos es cuando resulta más importante desarrollar tus virtudes y dejarlas a la vista del otro. Cuando más ego necesitas, menos tienes. La inseguridad no es sexy, salvo que busques una figura paterna o materna, y no un compañero/a con quien desarrollar una vida en común.
¿Qué es lo que consiguió enamorarle? Algo vio en ti cuando te conoció, algo que le hizo embarcarse en la relación. ¿Lo has perdido? ¿Ya no le interesa? ¿Qué haces para mantener su interés? Preguntas que pueden resultar difíciles, pero necesarias.
Cuando la pareja no funciona
Pero a veces el problema no está en ti, Quizá tu pareja no te merezca, quizá no te interese seguir con el o ella. Cambiemos el sentido de las preguntas: ¿Aún tiene lo que te hizo enamorarte? ¿Qué hace por ti? ¿Realmente te quiere? ¿seguís juntos por costumbre, por miedo a la soledad, por los hijos, por la casa en común, por el qué dirán los amigos y familiares?Como dice la sinopsis de Carnívoros, “¿Es tan difícil dejar a alguien?”. A veces la ruptura es lo mejor, pero puede no ser un paso fácil.
También las relaciones de amistad pueden estar desequilibradas, y uno de los amigos tener una postura dominante sobre el otro. Si en los grupos existen líderes, personas influyentes cuyo carisma arrastra al resto, en las relaciones interpersonales también hay amigos/as cuya opinión valoras especialmente, o cuyo estilo en el vestir o el vivir imitas más o menos conscientemente.
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