Decálogo para evitar las crisis de pareja

  Mariano Hernández Rivas escribe en el diario EL PAIS sobre cómo suavizar la relación de pareja y evitr las discusiones y rupturas.

  Vamos a enumerar sus consejos y los comentamos:


1-Ser sincero desde la sensatez.
Supongo que se refiere que no todo se tiene que contar, no es cuestión de ser un libro abierto, se pierde el encanto.

2-Pensar que lo que sucede entre dos nunca es responsabilidad de uno solo.
Desde luego, pero solemos ser cómodos y nos encanta echarle la culpa al otro. Y en una pareja, en mayor o menor medida, cuando las cosas no van, la culpa es a repartir.

3-Pensar que el egoísmo del otro sólo se puede detectar desde el egoísmo propio.
No necesariamente, a veces se detecta desde la generosidad y el ceder del otro.

4-No esforzarse para que te entienda, sino para entenderle.
Pero choca con el egoísmo, muchas veces una de las partes de la pareja sólo se centra en que no la entienden y que la otra persona tampoco hace por entenderla. Ésto debería ser un toma y daca. Al 50% esta complicado, pero el hoy por mí y mañana por ti nivelaría bastante la balanza, y escudarse en “es que no me entiende” también es tremendamente fácil.


5-No confundir una pareja para siempre con estar siempre con la pareja.
Siempre me ha agobiado estas parejas que desde que se conocen, son un apéndice uno del otro. No hacen nada por separado, no me parece nada sano. En caso de rupturas se encontrarán tremendamente solos. Porque han centrado sus vidas en la otra persona y se han olvidado del entorno.

6-No confundir la estabilidad con la rutina.
Difícil y complicado, cuando tienes un horario de trabajo, madrugones, obligaciones…

7-Recordar que la pareja funciona mejor con refuerzos que con esfuerzos.
La cuestión es que cuando te das cuenta de que tienes problemas de pareja, el momento de los refuerzos ha pasado y tienes que poner todo de tu parte y esforzarte por hacer que vuelva a funcionar.

8-Recordar que la pareja no puede funcionar solo con sexo, pero tampoco puede hacerlo sin él.
Y es la moneda de cambio cuando uno siempre tiene ganas y el otro no.

9-Procurar tener presente que convivir implica conceder.
Hablar, llegar acuerdos, no imponer. Cuando las cosas se hablan y no se imponen, será más fácil llevarse bien.

10-Recordar que la pareja que dura es la que madura.
Y en una época en la que nadie aguanta nada y a la primera de cambio cogemos la puerta y nos vamos, pocas llegan a esa maduración.




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