Cuando llevamos un tiempo con la misma persona, la pareja se va consolidando, nos vamos conociendo más, aparecen los primeros fallos en la otra persona que nos molestan de especial forma.
Siempre han estado ahí, somos conscientes de ello. ¿En qué momento cambió de ser algo gracioso a algo realmente molesto? ¿Es que de repente hemos abierto los ojos a la realidad?
¿Es que hemos dejado de quererle y por eso ya no disculpamos esos fallos?. Y podría seguir con un montón de preguntas que se nos amontonan cuando ocurre ésto.
Cuando la pasión del principio se va calmando y el corazón apacigua su ritmo, la razón toma el mando y empezamos a observar esos pequeños detalles que se van volviendo grandes, enormes.
A veces nosotras nos quejamos porque ellos no nos dedican el tiempo suficiente, entre su trabajo, aficiones y amigos, pensamos que nos tienen abandonadas. No nos damos cuenta que ese fallo suyo, también es nuestro, ya que quizás nosotras nos estamos centrando demasiado en nuestra pareja, dejando de lado nuestro trabajo, nuestras amistades y aficiones. Ésta suele ser una queja muy extendida entre el genero femenino. Y como veis, el fallo no sólo viene por parte de él, que quizás no esta dedicando suficiente tiempo a su mujer, también esta en ella que se centra en exceso en él.
Tenemos que ser conscientes de nuestros propios defectos y errores para trabajar en ellos, de esa manera seremos un ejemplo para nuestra pareja.
Si empezamos a cambiar en nosotros mismos las cosas que molestan, nuestra actitud cambiará y la persona que vive con nosotros lo notará y empezara hacer lo mismo.
Es más fácil cambiar algo que nos molesta partiendo de nosotros mismos, que cambiarlo en otra persona. Y perfectos no somos nadie, por mucho que nos empeñemos en ver más defectos en el otro.
Moverse en un plano positivo nos hará ganar más batallas que estar en plan negativo, llenando de reproches el día. Proyectaremos en la pareja la necesidad de cambio, empezando por nosotros mismos.
En vez de centrarnos en sacar faltas, seria más conveniente resaltar aquellas virtudes que tanto nos gustan de nuestra pareja. Así lograremos que se repitan más a menudo y de esa manera irán desapareciendo o cambiando lo que no nos gusta de él o ella.
(no es necesario registro).
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