¿Somos Polígamos o Monógamos? 2

fer-doktor-informa4  Hace unos días, en nuestro artículo anterior ¿somos polígamos o monógamos 1? hablamos del artículo aparecido en el nº 4 de la Revista Quo titulado: “¿Tres son multitud?”.

  Hoy continuaremos el tema hablando de las circunstancias en las que la poligamia aparece más a menudo.

  Según la revista Quo, “los humanos son una de las especies animales de sexualidad más acentuada”. Probablemente junto a los bonobos, unos simios que también se masturban, y prestan servicios sexuales a cambio de favores sociales, entre otros comportamientos sexuales semejantes a los humanos.

La poligamia es para los ricos


tio-gilito  Eso parecen defender los autores del artículo. No porque les parezca bien, sino porque sólo puede tener varias parejas quien tiene medios materiales para sustentarlas. Especialmente en las culturas donde “el matrimonio se compra”, sólo puede aportar varias dotes quien está mejor situado social y económicamente: jefes, sacerdotes y chamanes.
  Ya hemos hablado en otras ocasiones de la erótica del poder y de cómo ligan más los más ricos.

  Aunque existen también factores religiosos o políticos, las circunstancias demográficas y medioambientales locales pueden favorecer la poligamia.

  Por ejemplo: si hay pocos trabajadores, pero mucho terreno cultivable, un hombre puede añadir mujeres a su familia para aumentar su mano de obra.
  Un caso típico es el de los mormones, que en el solitario lejano oeste norteamericano, establecieron la posibilidad de que un solo varón tuviera varias mujeres que le ayudaran a labrar la tierra.

  Los ancianos aborígenes australianos son aún más astutos: prohíben el matrimonio a los varones jóvenes, mientras se reservan múltiples esposas púberes. (¡qué morro!)

  En cambio, cuando predomina la escasez, como en algunas zonas del Tíbet, la necesidad de reducir el número de herederos obliga a los hermanos a compartir esposa.

  La tercera posibilidad es que haya un equilibrio entre habitantes y superficie cultivable, en cuyo caso, prevalece la monogamia.

La influencia de la religión en la monogamia

  En el caso de la cultura judeocristiana, la religión impone un estilo de vida monógamo, si bien en el fondo (o incluso en la superficie) subyace una actitud más tolerante frente a las flaquezas de los varones, mientras se castiga cruelmente el adulterio femenino (entre otras lindezas, se les aplican adjetivos como “puta”, “pecaminosa”, etc).

harén  Los musulmanes permiten la poliginia (un hombre tiene varias mujeres), siempre que pueda permitírselo económicamente.

El famoso escritor Robert Graves (autor de “Yo Claudio”, entre otras obras) afirma que en algunas culturas prehelénicas, “las mujeres elegían a sus compañeros a voluntad, tan sólo en base a su función inseminadora”.

  Durante la Grecia clásica, en cambio, las mujeres eran relegadas a la vida familiar, mientras los hombres a menudo, gozaban de los placeres de jóvenes efebos. De ahí que la sodomía reciba el apelativo de “griego”.

  Hoy en día, las mujeres están conquistando muchos puestos de trabajo y, con ellos, la posibilidad de ganarse la vida sin ayuda de un varón. Eso parece haber impulsado la formación de familias monoparentales a cargo de la madre, que cohabitan puntualmente con diversos compañeros sexuales que colaboran en el mantenimiento de los hijos comunes.

  ¿Un nuevo modelo de familia viable o una familia desestructurada donde los hijos carecerán de la adecuada figura paterna?

  Lo que esta claro es que para tener varias mujeres, lo que se necesita es dinero, sin él, es para conformarse con una y gracias. 

  De todas formas, tampoco es para complicarse la vida, siempre os estáis quejando que no hay quien nos entienda. Pues si con una tenéis complicaciones, añadir alguna más no deja de ser aumentar este tipo de problema, ¿no os parece? O es sólo una apreciación simplista mía?? ahhh no!! calla, que los simples sois vosotros jijijiji.

  Parece que la historia y las diferentes culturas han disculpado más la infidelidad masculina que la femenina, y que ha sido más propicia a que sean ellos quien tengan más parejas que ellos. Es curioso. 

  Ahora que los datos dicen que las mujeres somos tan infieles como los hombres, debe ser nuestra manera de sacar atrasos y compensar todos los años que llevamos a la zaga. Si seguimos en esta misma linea, lo siguiente será tener harenes de hombres... si te lo puedes permitir económicamente, claro ;-)

También puedes leer la primera parte de este atículo en: ¿somos polígamos o monógamos 1?.



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