Una grabación privada convertida en sexting vía WhatsApp, que convierte a su protagonista en víctima de una caza de brujas sexual.
No es la primera vez que una mujer (o un hombre) se graba en video haciendo guarrerías.
La razón puede ser de índole científico (una investigación sobre el orgasmo, o un experimento personal: ¿qué cara pongo cuando me corro?), comercial (cine porno, sin ir más lejos), o estrictamente privado, como es este caso.
¿Quién difundió el video?
Parece ser que la concejala grabó el video en el que se masturbaba, desnuda, sólo para uso personal.El video llegó a un amigo de la víctima, un joven futbolista con antecedentes penales, que ha sido demandado por difundirlo en redes sociales y otros canales. El atestado policial indica, "[…] un amigo suyo, al que remitió el vídeo íntimo grabado por ella, para su consumo privado", lo que sugiere que la relación entre ambos podría ser bastante más que una simple amistad.
Sin embargo, ella misma declaraba:
“No me robaron el móvil. Sinceramente, no sé cómo ha pasado. Solo sé que empezó a difundirse por Whatsapp y que en dos horas lo tenía todo el pueblo y gente de los pueblos de alrededor”.Por otro lado, el portavoz socialista del ayuntamiento afirma tener constancia de que el video habría sido enviado desde un correo electrónico del ayuntamiento, gobernado por el PP. El alcalde popular, que apoya a Olvido y pide que la dejen en paz, no ha respondido a la acusación durante el pleno, aunque su partido lo había negado.
El derecho a la intimidad
Hace poco hablábamos de las infidelidades de los famosos, y este asunto quizá podría encuadrarse en ese ámbito, dado que la concejala está casada, pero, en todo caso, es una cuestión personal y familiar que nunca debe convertirse en pública.Del mismo modo que uno tiene derecho a hacerse fotos o videos realizando cualquier actividad deportiva, familiar o de cualquier otra índole, puede también grabarse en situaciones sexuales, a solas o en compañía, siempre que todos los grabados lo consientan. Puede ser una vía de excitación en pareja, o para que tu partenaire disfrute en solitario: cada uno puede hacer con su imagen lo que estime oportuno.
El problema comienza cuando esa grabación se difunde fuera del ámbito privado para el que se realizó, sin el consentimiento de los “actores”. No sólo va contra la ética, sino también contra las leyes. Nadie puede hacerme una foto, digamos hurgándome la nariz, y publicarla sin mi permiso.
Aunque alguien pueda fotografiarme o filmarme paseando desnudo dentro de mi casa (quizá olvidé cerrar completamente una cortina), no tiene derecho a difundir esas imágenes, ni siquiera a tenerlas almacenadas.
La caza de brujas
Desconozco la trayectoria política de la pobre Olvido (su nombre le da la mejor sugerencia para tratar este caso), y no sé si habrá hecho algún mal en su vida para merecer esta situación, pero desde luego, no es justo crucificarla por haber cometido un error al poner en manos equivocadas una grabación tan comprometedora.
Como decíamos en nuestro artículo sobre el sexting, casi un tercio de los estadounidenses de entre 18 y 29 años han recibido imágenes sexualmente provocativas de sus conocidos. Y dos tercios de las chicas entre 12 y 18 años envían sus propias fotos sexys.
Cuando uno ocupa un cargo público, o es famoso, debe tener más cuidado con estas prácticas (recordad el caso del video de Scarlett Johansson). Pero de humanos es cometer errores, y no tenemos derecho a increparla ni a soltarle tan groseros calificativos.
A mí lo que más me ha chocado de esta noticia ha sido el linchamiento por parte del pueblo. No hemos evolucionado. Si estuviéramos en la Edad Media, imagino que ya habría recogido leña y la habrían quemado en la plaza del pueblo por bruja.
Parece que por muy modernos que nos hemos vuelto y el avance de las ultimas décadas, en el fondo, seguimos anclados en ideas anticuadas del pasado.
Lo que esta mujer haga en la intimidad de su casa, por mucho que lo grabe, es independiente de su vida pública. Si ella realiza bien su trabajo, ¿por qué tenemos que insultarla por lo que hace en la vida privada?. Ese linchamiento debería ir dirigido hacia quienes han difundido dicho vídeo, ahora lo han hecho con ella, mañana puede ser cualquiera de los habitantes de se pueblo y con cualquier momento de su vida privada. No tienen escrúpulos ni respeto hacia la vida ajena. Sin embargo, se ensañan con quien no tiene culpa de nada. No tiene sentido.
En cuanto llamarla puta, guarra y lindezas por el estilo, tengo que pensar que es fácil ver la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el suyo. Entre todos aquellos que gritaron, seguro que en su casa, todos cagan, mean y tienen sexo con sus parejas o con quien se tercie, y eso ¿los convierte en eso que llaman a esta mujer?. Qué fácil es criticar e insultar, y que barato sale.
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