
Este sábado tenía la intención de cambiar mi costumbre de publicar un
videoclip musical relacionado con el amor y el sexo, con su correspondiente letra, y recurrir en su lugar a una pieza musical instrumental, pero que evoque de alguna manera la pasión, el deseo y el acto sexual.
En busca de la escena perdida

Inmediatamente, me vino a la memoria una escena de un film protagonizado por la sex-symbol
Bo Derek, una preciosidad que en los años 80, encarnó la belleza y la sensualidad en varias películas, como
La Mujer 10,
Bolero, y
Tarzán, el Hombre Mono, ésta última pensando sin duda en mi imponente presencia como hombre arquetípico por excelencia
Así que me puse a buscar un video de la famosa escena, en la que La sensual
Bo Derek seduce al (otro) protagonista acompañada del
Bolero de Ravel.
10, la Mujer Perfecta

Supuse erróneamente que pertenecería al film homónimo (
Bolero, 1984), pero resulta que en realidad la escena corresponde a la comedia romántica
10, la Mujer Perfecta (
Blake Edwards, 1979), y el afortunado receptor de las atenciones de la escultural ninfa es el poco agraciado
Dudley Moore.
Magnífico truco comercial el de hacer merecedor de tal privilegio a un hombre que
no destaca precisamente como galán, si bien, en el film posee el otro atributo deseado por las mujeres: el dinero.

En la película, el personaje encarnado por
Dudley Moore es un hombre maduro, en plena crisis de los 40, y que se debate entre
Julie Andrews y
Bo Derek, lleno de dudas sobre si ha perdido su capacidad de
seducción.
La aparición casi celestial de
Bo Derek, en bañador y peinada con rastas jamaicanas, en la escena de la playa (ver cartel a la derecha) es una de las imágenes clásicas del
cine sexy-erótico.

La escena, en realidad, no es tan excitante como yo pensaba, y es más un
polvus interruptus, con una molesta llamada telefónica, y un atribulado madurito preguntando a la espectacular jovencita “
¿por qué yo?”,
como si no acabara de creérselo (los espectadores tampoco lo entendemos, la verdad). Al final del film, la música vuelve a sonar, y, en esta ocasión, el acto sexual se puede celebrar sin molestas interrupciones, aunque con algunos cambios.
Bo Derek, Dudley Moore y el Bolero de Ravel en el film “10, la Mujer Perfecta”, de Blake Edwards (1979)
El Bolero de Ravel
En todo caso, os dejo una versión completa de el
Bolero de Ravel, pieza que, independientemente de la película, resulta muy adecuada como
banda sonora de una sesión erótica.
¿Por qué razón? Porque comienza poco a poco, muy suavemente, como deben ser los
preliminares, y gradualmente va incrementando la intensidad y el volumen, como debería hacerse en
un buen encuentro sexual. Y con un final explosivo, evocador del clímax del
orgasmo.
Su cualidad de
música hipnótica se presta a los juegos sexuales y a la entrada en un estado mental casi de alteración de conciencia, donde el cerebro se concentra en el placer de los sentidos. No apta para
polvos rápidos,
kikis ni “
aquí-te-pillo-aquí te-mato”.
El Bolero de Ravel, una música adecuada para acompañar una buena sesión sexual. Aquí acompañada de una bella danza protagonizada por Maya Plisetskaya.
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Me encanta el bolero pero podiais ponerlo en español...
ResponderEliminarjaja, tienes mucha razón, RATI.
ResponderEliminarEl problema es que no entendía bien algunos versos, y al final, decidí abandonar ;-)