Merkel ayudando a su compañero Hollande

  Ya sé que es un poco complicado lo que os voy a pedir, ya que con la crisis, en países como España, donde hay más de 5 millones de parados (muchos de larga duración), un montón de personas tendremos olvidado lo que es empezar en un nuevo trabajo.

  Os quiero pedir que hagáis un poco de memoria, acordaos de lo perdidos que estamos los primeros días en un nuevo trabajo, las tontas meteduras de pata que tienes. Es inevitable, los nervios del comienzo, los despistes por querer hacer todo bien… se juntan tantas cosas, que en vez de ayudarnos, nos ponemos zancadillas a nosotros mismos.

  Para cuando pasan estas cosas, siempre está bien tener buenos compañeros de trabajo. Mucho se habla de las mujeres, la mala lechuga que tenemos y lo poco dadas que somos ayudar. ¡Y no es así! Nosotras siempre estamos dispuestas ayudar, bien en el trabajo, bien en la vida de pareja, nosotras echamos una mano a lo que haga falta.

  Para ello vamos a poner un claro ejemplo de como Merkel ayuda a Hollande en uno de sus primeros días en el nuevo trabajo como presidente de Francia. Dirigiéndolo, echando una mano… o un codo, o lo que haga falta. Yo casi me la imagino en la cocina, junto a su marido, haciendo la cena del sábado… tiene que ser preciosa la relación, la cordialidad y el cariño que inspira esta mujer, eh??

  Es que algunas mujeres mandáis mucho, sobre todo las sargentos como Ángela (nombre que no encaja nada con su personalidad, por cierto).

  Pero a una mujer que lo único que le pone cachonda es asfixiar a los vecinos del Sur, no le podemos pedir ternuras y cariñitos; ni siquiera un mínimo de delicadeza diplomática.

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