Hace ya tiempo Jane nos habló de las fantasías sexuales e incluso tenemos una sección: categoría fantasías sexuales.
En la revista Magazine (vaya nombre más genérico), leo un artículo sobre lo que más excita a las mujeres en su imaginación, que me gustaría comentaros:
Al orgasmo vía la fantasía sexual
La entradilla ya resulta llamativa:“Según los expertos, las mujeres que dejan fluir sus fantasías sexuales y no las reprimen llegan con más facilidad al orgasmo.”La justificación a semejante afirmación no está muy documentada en el texto. En general, las mujeres tienen un proceso de excitación y llegada al clímax más lento que el hombre, y las fantasías eróticas las permitirían acelerar las cosas.
Estadísticas sobre fantasías eróticas
Se cita una estadística según la cual el 80% de las españolas fantasea cuando se va a la cama, y el resto lo hace poco o nada.Según parece, las mujeres que experimentan DSI (deseo sexual inhibido), fantasearían menos que las demás, mientras que “las mujeres sexualmente activas muestran casi el doble de actividad mental que las vírgenes”.
A pesar de lo que se podría pensar, las mujeres fantasean tanto como los hombres, aunque el contenido de sus ensoñaciones es distinto:
Diferencias entre las fantasías sexuales de hombres y mujeres
Cada vez más mujeres tienen fantasías en las cuales toman el poder y son más activas de lo que a veces se comportan en sus relaciones reales. Puede surgir un problema cuando intentas llevar la fantasía a la realidad: tu pareja puede no actuar según el papel que le habías otorgado en tu imaginación, y su comportamiento puede decepcionarte.
Fantasías femeninas más habituales
Dado que se trata de huir de nuestra vida cotidiana, tendemos a fantasear con aquello que no tenemos, con lo prohibido, lo excesivo, la pérdida de control, etc. Algunas de las más típicas son:Cambiar de amante: en vez de fantasear con la pareja, lo hacemos con el jardinero, el jefe o el subordinado, o con el chico de la coca cola light. No es un indicio de infidelidad, así que no debes sentirte culpable.
- Mejorar al amante habitual: si estás tan enamorada que no quieres serle infiel ni siquiera mentalmente, puedes imaginártelo más musculoso, más romántico y atento, más joven y más centrado en tu placer. En este caso, lo más recomendable es hablarlo con él, a ver si puedes actualizarlo a “Amante 2.0”.
- El escenario exótico: el dormitorio de tu casa lo tienes muy visto; prueba a imaginar una suite de lujo, un paisaje deslumbrante, o incluso la oficina. Si no lo usas a menudo, también puede ser sexy “hacerlo” en el baño, la cocina o el garaje. Y podrías aficionarte a los lugares especialmente sórdidos: un club lleno de humo, los aseos de un pub, la cámara frigorífica de una carnicería…
- El lugar público: la incertidumbre y el miedo a ser descubiertos puede aportar altas dosis de excitación.
- La relación lésbica: imaginarte echando un polvo con alguien de tu mismo sexo no es síntoma de homosexualidad (salvo que seas realmente lesbiana), y puede ser un modo de “pedir telepáticamente” a tu chico que sea más atento a tus necesidades de cariño, dedicación, etc.
- El trío con dos hombres: no es tan habitual como otras fantasías, pero ¿quién no querría llevarse a la cama a Brad Pitt y Orlando Bloom a la vez?
- Ser violada: por un desconocido, o forzada por tu propia pareja a realizar una práctica no deseada (sexo anal: el griego, felación, u otras que no te apetezcan). También es poco frecuente, pero en ningún caso debe asustarte: no es una expresión de un deseo insatisfecho, sino una simple forma de excitarte.
Una práctica sexual sin contraindicaciones
Según la revista Magazine, las fantasías eróticas son importantes, todos podemos crearlas desde la infancia, y y no debemos “reprimirlas o censurarlas, porque puede ser el origen de conflictos sexuales”.Son seguras y privadas, y no debemos sentirnos responsables aunque las actividades ficticias que nos excitan sean peligrosas, degradantes o estén fuera de lo convencional, porque no son indicativas de nuestros deseos ni valores éticos reales.
En caso contrario, me imagino a la Sanidad pública dando cursos subvencionados de fantasías eróticas, para evitar legiones de zombies con el himen intacto.
Alguien apuntó: “mentiras, malditas mentiras y estadísticas”, y en el tema sexual, es probable que se responda de forma poco sincera, o incluso que uno no sea sincero con uno mismo.
Fantasías de hombres vs fantasías de mujeres.
En cuanto a las fantasías más habituales entre las mujeres, creo que no hay mucha diferencia con las de los hombres. Salvo que el trío suele cambiar de protagonistas, que el exotismo del ambiente no es tan necesario (el de la chica sí que puede ayudar), y que lo de ser violado probablemente no sea una fantasía muy habitual entre nosotros.¿Y violar a una mujer? Suena muy fuerte, pero como estamos diciendo, las fantasías son un país sin leyes de extradición. ¿Os excitáis al ver una escena de violación en una película?
Te cuento una fantasía sexual…
Contar a tu pareja tus fantasías puede ser el comienzo de un mejor entendimiento en la cama, o un incentivo para una sesión práctica.Pero también puedes guardarla celosamente en el cajón más privado de tu corazón… tú decides.
Tu fantasía es tuya. Disfrútala.
Hoy no tengo tiempo de dar mi opinión sobre este tema, pero permanece atento y la podrás leer muy pronto...
(no es necesario registro).
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